Estamos viviendo una época donde el valor de la familia, incluso su concepto se desdibuja para supuesto bienestar de personas con conciencias retorcidas y perversas que han querido ridiculizar el propósito de Dios en lo creado.
La Biblia dice: cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que está de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo. Colosenses 2:8.
Cuando pienso en la labor de un padre, considero el propósito que Dios creó y la responsabilidad deleitosa que ello implica, por eso debo precisar tres cosas de suma importancia acerca de la familia como célula básica de la sociedad:
1- La familia es una institución divina. Génesis 1:27-28ª.
2- Es una responsabilidad humana. Génesis 2:24.
En Génesis 18:19, Dios dice que nos eligió para instruir a nuestra familia y a nuestros hijos para que se mantengan en el camino del Señor y hagamos lo que es recto, y justo así él nos cumple todo lo prometido.
3- Es propósito divino. Proverbios 16:4.
En mis 28 años de ministerio como tutor en el internado gratuito que tiene nuestra iglesia, he podido constatar que es propósito divino restaurar el concepto de familia con la intervención de un padre, una madre y unos hijos. Nuestros hijos son tesoros, regalos de Dios y como tal debemos trabajar para que cada uno de ellos llegue a ser una persona útil y productiva en Cristo.
Hechas las consideraciones anteriores, quiero entonces compartir algunos tópicos que nos pueden ayudar en todo tiempo para cumplir el llamado divino de ser padre: A. Instruir los hijos en el camino correcto. Proverbios 22:6.
Nuestro manual de instrucción afirma: ¡Así dice el señor tu redentor, el Santo de Israel yo soy el señor tu Dios que te enseña lo que te conviene que te guía por el camino que debes andar! Isaías 48:17. Como dice nuestro Pastor Darío Silva-Silva: “Señor, tú sabiendo y yo adivinando”.
Querido lector: no hay seguro más eficaz en la crianza de nuestros hijos que acercarlos a Dios e instruirlos en los valores y principios dados en la Biblia, pero para esto es necesario que seamos ejemplo; somos como padres la cabeza del hogar y la responsabilidad de acercar la familia a Dios, es nuestra.
Él nos escoge para cumplir con un propósito claro: formar familias que funcionen en todos los aspectos.
(Génesis 18:19). Hay que prestar atención a lo que Dios dice, de lo contrario podemos perder el rumbo y la recomendación del Señor en Deuteronomio 6:7-9, es clara.
A- Amar sin desmayar. Jeremías 31:3 es una declaración poderosa de amor que el Señor hace y que nos debe mover a ser intencionales para amar a nuestros hijos. Dios ha mostrado su amor hacia nosotros a través de sus cuidados. (Jeremías 31:20). Me atrevo a declarar que amar es cuidar.
B- Ser un padre compasivo. Mateo 5:7.
C- Instruye a tus hijos. 1 Corintios 15:33.
D- Da tiempo de calidad a tus hijos: Hablar y escuchar son dos principios fundamentales.
E- Disciplina a tus hijos: Para mí la vara de autoridad que se debe utilizar es la Palabra de Dios. Hebreos 12:5-6.
F- Anima, fortalece y guía a tus hijos. Mateo 11:28-30.
G- Provee para el cuerpo, el alma y el espíritu de tus hijos. 1 de Tesalonicenses 5:22-23.
H- Ser un padre intencional.
Por: José Helmer Machado. Pastor de Casa Sobre la Roca y tutor del internado de la Fundación Misericordia, Amor y Servicio.
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