Ubica la tendencia en tu creencia

por María Isabel Jaramillo

Los trending topic o tendencias en redes sociales, son temas de los que todo el mundo habla. Comenzaron a evidenciarse con el uso de los hashtags (#), que inicialmente se utilizaban para organizar las publicaciones sobre temas concretos, pero que finalmente se convirtieron en una radiografía de los temas que están de boca en boca, o, mejor dicho, en todos los celulares.

Puede ser una canción, algún suceso viral o la serie del momento, los temas en tendencia son aquellos de los que escuchas hablar en tu trabajo, en el lugar que estudias, en un café o en el bus. Algunos pueden ser orgánicos (surgieron naturalmente) o pueden tener fines promocionales y, en muchos casos, ser modificados para llevar a que las personas piensen de determinada manera.

Es por esto que el tema de las tendencias es tan delicado, pues en la mayoría de los casos, influencia la conducta de las personas. Sus gustos, sus anhelos, e incluso sus convicciones.

Para Carlos Arturo Romero, pastor de Casa Sobre la Roca Villavicencio, “las personas se dejan influenciar porque están en busca de una identidad y hoy la identidad es tan atacada que cualquier cosa que llame la atención, ya se toma como identidad. Por ejemplo, cuando se habla de temas de sexualidad, de género, las personas están aceptando una sexualidad fluida. Todo es tan cambiante, porque las personas están tratando de encajar pues no tienen unas identidades claras, porque no saben realmente quiénes son”.

Como todo, las redes sociales son buenas si se saben manejar. Sin embargo, hemos visto cómo el uso indebido o desmedido de ellas ha traído grandes consecuencias para los seres humanos, en especial para los jóvenes.

Una investigación canadiense, publicada en JAMA Network Open muestra cómo se detectó que la elevada exposición a las pantallas dio como resultados depresión y ansiedad. En segundo lugar, problemas en la conducta, irritabilidad, hiperactividad y falta de atención en los más pequeños.

La Organización mundial de la Salud (OMS) reconoce la existencia de las  “tecnoadicciones”, es decir, la adicción a las nuevas tecnologías. Según un informe de UNICEF, uno de cada siete adolescentes de entre 10 y 19 años tiene un problema de salud mental diagnosticado. Es decir, 166 millones de niños y jóvenes de distintas partes del mundo. La mitad de estos, diagnosticados con trastornos como la depresión y la ansiedad.

El informe del Estado Mundial de la Infancia 2021 señala que, estos problemas derivan en suicidio en la mayor parte de los casos. Se convierte así en la quinta causa de muerte más común entre jóvenes. Al año, 46.000 adolescentes, aproximadamente, se quitan la vida como consecuencia de estos problemas mentales, entre otros.

Entonces ¿Son malas la tendencias?

No es malo seguir una tendencia per se, pues estas marcan la evolución cultural del mundo en el que vivimos. Aunque algunas de las tendencias que se forman pueden parecernos vacías, realmente son una muestra de lo que interesa a las personas de nuestra época y reflejan la cultura que estamos construyendo.

El pastor Romero comenta: “Desde el punto de vista cristiano, Jesús nos dice que debemos ser estratégicos, que debemos ser audaces. Y hay un ejemplo súper chévere de cuando Pablo va y predica en Atenas sobre el dios desconocido. Él usa algo que ya tenían en su cultura para predicar a Jesucristo. Debemos ser estratégicos y utilizar estas cosas para llegar a más personas, sin que tu publicación vaya en contra de tus principios. Es estrategia. Las tendencias se vuelven tendencia porque la gente las usa para llegar a más personas, es normal”.

El problema con las tendencias viene cuando, por seguirlas, o pegarnos de ellas (para generar likes, comentarios o aumentar la interacción de nuestras redes), dejamos de lado nuestros principios y valores y nos dejamos llevar por lo que está de moda, pues aparentemente al hacerlo, parece que pertenecemos, que hacemos parte de la conversación. Nos hace sentir relevantes e importantes. Por eso, cuando seguimos una tendencia y compartimos algo, debemos analizar primero a quién queremos impactar, con quién nos estamos comparando y cuál es el propósito de tener una red social.

Las redes sociales son buenas si les damos buen uso. Como dice la Biblia, Para el puro, todo es puro. Tito 1:15. Podemos hacer un buen uso de ellas, llevando el mensaje de Dios, las buenas nuevas. Aprendiendo de lo que vemos, tomando lo bueno y desechando lo malo. Sin embargo, no debemos olvidar que las redes sociales están diseñadas para generar comparaciones, pues se alimentan de contenido que todos subimos. Nos basamos en lo que vemos.

Compararnos, fijarnos en quién sigue, tiene o aplica lo que está de moda, aumenta el nivel de ansiedad de una persona, como lo muestran las cifras con las que abrimos este artículo. Ver cuentas que me llevan a querer ser de determinada manera o tener ciertas cosas influye en lo que soy y en lo que quiero ser y eso afecta directamente mi identidad.

Cuando tengo clara mi identidad como hijo de Dios, no cedo mis principios por unos likes, ni por una canción, una manera de vestir o un baile.

Déjalo ir

Los temas en tendencia muchas veces no glorifican a Dios. Pueden ser tendencias graciosas o, aparentemente inofensivas, pero si no glorifican a Dios, déjalas pasar.

Cuida tu relación con Dios y actúa con sabiduría. Analiza, ¿por qué sigues esa tendencia? Recuerda que las redes sociales muchas veces actúan como puerta que abre la tentación.

Para Daniela Espíndola, socióloga, y líder de jóvenes y de mujeres, con las tendencias, como con todo, se trata más de la actitud del corazón. “Es un tema de dónde está mi corazón frente a esto. Hay tendencias que podemos aprovechar como lenguaje, porque todo el mundo entiende, pero si yo soy cristiana y utilizo mensajes en tendencia en los que no creo o que son contrarios a mis creencias, solo por ganar ‘vistas’, de alguna manera estoy reforzando que creo en el mensaje. En muchos casos es mejor decir ‘el mensaje no va’ y no entrar en la polémica del asunto, porque no es constructiva. No hay que satanizar todo, porque ese es el discurso cultural del momento y el pastor Darío (Silva-Silva) siempre nos ha dicho que debemos ser contemporáneos en la acción, pero tampoco podemos cambiar nuestros valores. Tengo que analizar qué estoy escuchando, qué estoy viendo y qué estoy siguiendo porque eso es lo que estoy sembrando en mi corazón. Analizar en qué estoy meditando y en qué creo realmente. Si soy cristiana, creadora de contenido o no, y estoy publicando algo que no edifica, luego tendré que rendirle cuentas a Dios de esa responsabilidad y ese nivel de influencia que Él me confió”.

Tal vez puedas sacar de ese tema algo que hable de Dios. Pero cuida tu motivación. ¿Para qué lo haces? ¿Para hacer parte de la conversación y no quedarte atrás o para aprovechar la tendencia y llevar el mensaje de Dios a más personas? En tu corazón conoces la respuesta.

Utiliza tus redes sociales (y todo lo que haces) directamente para dar gloria a Dios. Él es la mejor tendencia que puedes seguir.

Por: María Isabel Jaramillo – isabel.jaramillo@revistahyc.com

Foto: Laura Chouette – Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

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