Según la Lista Mundial de Persecución 2023, los 10 países más peligros para los cristianos son: Corea del Norte, Somalia, Yemen, Eritrea, Libia, Nigeria, Pakistán, Irán, Afganistán y Sudán… Si seguimos adelante, vemos que continúan India, Siria, Arabia Saudita, Myanmar, Maldivas, China, Malí, Irak, Argelia, Mauritania Uzbekistán y Colombia.
Así es, según el reporte de la organización Puertas Abiertas, nuestro país se ubica en el puesto número 20 de la lista (el número uno de América Latina), seguido de Burkina Faso, República Centroafricana, Vietnam y Turkmenistán. “Respecto a la lista del año pasado, Colombia subió ocho puestos en la Lista Mundial de Persecución 2023, por el aumento de la violencia, incluidos los asesinatos. También aumentó la presión, debido a las bandas criminales que atacan a los cristianos. En la sociedad colombiana en general aumentó la intolerancia hacia la religión”, explica el reporte.
¿Cómo es la persecución a los cristianos en Colombia?
Según Puertas abiertas, “los cristianos de las zonas rurales de Colombia son objetivo de grupos delictivos y sufren la persecución de sus propias comunidades indígenas.
Grupos guerrilleros y bandas armadas siguen controlando y luchando por gran parte del territorio nacional. La persecución de estas facciones se intensificó a lo largo del año, influida por sus intereses políticos durante las elecciones presidenciales.
La iglesia es vista como una amenaza para su poder y estabilidad, sobre todo cuando los miembros de las bandas se convierten al cristianismo o los líderes eclesiásticos denuncian la violencia y la corrupción. Esto lleva a que los líderes eclesiásticos sean amenazados, perseguidos e incluso asesinados, por no hablar de las restricciones a la movilidad impuestas por medios ilegales.
Los líderes criminales pretenden reclutar y secuestrar a niños de familias cristianas para debilitar a la iglesia y obligarla a reubicarse. Si se alistan, los jóvenes cristianos se ven obligados a participar en actividades de vigilancia, extorsión, tráfico, abusos y asesinatos, o se enfrentan a amenazas de muerte por parte de las bandas. Las niñas corren el riesgo de sufrir abusos sexuales.
En muchas comunidades indígenas existe una fuerte oposición a compartir el Evangelio. Los miembros que abandonan las creencias tradicionales para seguir a Jesús pueden sufrir violencia o prisión, ser expulsados de sus tierras ancestrales, ver denegados sus derechos básicos y quedarse sin hogar.
La intolerancia social promovida por grupos de presión ideológicos contra las manifestaciones cristianas en el espacio público está aumentando en el país y fomentando un ambiente de autocensura cuando los cristianos comparten sus opiniones basadas en la fe sobre cuestiones relacionadas con la defensa de la vida, la familia, el matrimonio y la libertad religiosa”, explica la ONG.
¿Quién persigue a los cristianos en Colombia?
El término tipo de persecución se utiliza para describir distintas situaciones que provocan hostilidad contra los cristianos. “Los tipos de persecución de los cristianos en Colombia son: la corrupción y el crimen organizado, la opresión de los clanes, la intolerancia laica.
Las fuentes de persecución, por otra parte, son las impulsoras/ejecutoras de las hostilidades, violentas o no violentas, contra los cristianos. Suelen ser grupos más pequeños (radicales) dentro del grupo más amplio de seguidores de una determinada visión del mundo. Las fuentes de persecución de los cristianos en Colombia son: líderes de grupos étnicos, líderes religiosos no cristianos, padres, ciudadanos y bandas, redes criminales, grupos paramilitares, funcionarios del gobierno, partidos políticos, grupos de presión ideológica”, Señala el reporte.
¿Quién es más vulnerable a la persecución en Colombia?
Los cristianos que viven en zonas controladas por grupos delictivos armados y líderes religiosos corren peligro de ser golpeados y asesinados. Los jóvenes seguidores de Jesús, por otra parte, pueden ser reclutados y maltratados por grupos armados.
Los cristianos de origen indígena o afrocolombianos se enfrentan a la presión y la violencia de la comunidad en la que viven. Los seguidores de Jesús en zonas urbanas son acosados a causa de su cosmovisión bíblica.
“A las personas perseguidas les diría que no abandonen su fe. Si todavía están aquí, es porque Dios tiene un propósito para ellos.” Valentina, hija adolescente de cristianos perseguidos.
Por: Jennifer Barreto – jennifer.barreto@revistahyc.com
Gráfico: Organización Open Doors.