El chocolate del loro, ahorro en pequeñas cosas

por Revista Hechos&Crónicas

Una historia conocida en España es el ‘chocolate del loro’, que recuerda cómo un hombre aristocrático repartía chocolates entre sus invitados, a pesar de lo costoso del manjar. Incluso ponía trozos a su lorito para demostrar su riqueza. Sin embargo, cuando la situación financiera comenzó a decaer, tuvo que quitar el chocolate al loro para brindar suficiente a sus invitados. La historia hace referencia a cómo un pequeño recorte en las finanzas puede significar un gran ahorro. Hechos&Crónicas trae algunos ejemplos de ‘los chocolates del loro’.

Aceitunas voladoras

En 1987, American Airlines sorprendió al mundo con un significativo logro, pues llegó a ahorrar $40.000 dólares en un año, al quitar una sola aceituna de las ensaladas que servían en primera clase.

Menos peso

La misma firma estadounidense en 2007 diseñó una estrategia similar al concentrar su atención en el peso de los carritos de bebidas que se sirven en sus aeronaves. Esto significó un ahorro de $11,6 millones de dólares al año en combustible en un Boeing 777, al reducir 9 kilos de cada carrito, es decir, 54 kilos en total.

Agua embotellada

El experimento del agua embotellada es similar al del café, teniendo en cuenta que las personas toman aproximadamente dos botellas de agua al día. Si una botella desechable cuesta aproximadamente $3.000 colombianos, dos botellas significan $6.000 por día, es decir $2´190.000 por año.

¿Cómo ahorrarlos? Simple, comprar una botella especial en el que quepa el equivalente a dos botellas de agua y servirla desde la casa. Es una cantidad significativa ahorrada al año.

Café diario

El experto en finanzas Xavier Serbia, presentó en su programa CNN DINERO un innovador experimento que realizó en sí mismo durante un año y lo calculó hasta 30 años. El analista descubrió que gastaba $3.82 dólares diarios en un café, cinco días a la semana, lo que significa 260 cafés al año, es decir, $993.2 dólares.

  • En cinco años, se tomó 1,300 tazas de café, equivalentes a $6,158.91 dólares.
  • En 10 años, 2.600 tazas de café, equivalentes a $16,189.33 dólares.
  • En 20 años, 5,200 tazas de café, equivalentes a $56,708.66 dólares.
  • En 30 años, 7,800 tazas de café, equivalentes a $151,669.5dólares.

Vacas gordas, vacas flacas

Vacas gordas, vacas flacas. En la Biblia también encontramos pequeños ahorros que se convierten en grandes beneficios. Por ejemplo, en la historia de José cuando interpretó los sueños del faraón en Génesis 41.

Allí anunció que habría siete años de abundancia y siete de escasez. Y la solución: un sencillo ahorro de las cosas pequeñas: …durante los siete años de abundancia recauden la quinta parte de la cosecha en todo el país… para que haya una reserva de alimento. Génesis 41:34-35.

Así como los ejemplos del agua y del café, hay muchos otros gastos que tenemos a diario que van haciendo un hueco en nuestra economía. Un ahorro sencillo y casi imperceptible puede hacer la diferencia entre una economía saludable y un roto en los bolsillos.

La idea no es recortar los pequeños gustos ni dejar de consentirse, sino encontrar un equilibrio en los gastos diarios. Si tanto dinero se puede ahorrar en cosas pequeñas, ¡imagine cuánto puede ahorrar si se propone hacerlo en serio!

Aquí le dejamos algunos trucos para ahorrar dinero día a día en busca de una economía personal sana:

Registre sus gastos: Lleve un pequeño registro diario de todo el dinero que gasta. Al principio puede parecerle tedioso, pero después de unos días, se acostumbrará. Ese registro diario le ayudará a identificar en qué está invirtiendo y en qué está malgastando su dinero.

Elimine lo innecesario: Luego de tener un registro de gastos pequeños (los grandes no se olvidan), propóngase eliminar las fugas imperceptibles. Pregúntese: ¿Necesito comprar esto? No se deje llevar por “grandes ofertas” ni por almacenes de aparente bajo costo, son un gasto innecesario.

Saber esperar. Muchas de las cosas que compramos a veces responden a la emoción del momento. Por ejemplo, si vamos al mercado con el estómago vacío, es probable que compremos muchas más cosas de las necesarias. De igual forma, cuando nos “antojamos” de algo, debemos evitar comprarlo inmediatamente y tomarnos unos días para esperar y analizar concienzudamente si lo necesitamos realmente.

Elabore un presupuesto: Más allá del presupuesto global familiar que todo hogar debe plantear mensualmente, es bueno hacer un presupuesto para gastos pequeños diarios como transporte y alimentación fuera de casa.

Comida al trabajo: Si ya está asistiendo, cuídese llevando sus propios alimentos. Analice cuánto ahorra si reemplaza la empanadita por una fruta llevada de casa. Es más saludable y económico. Lo mismo con el almuerzo. Cuide ese pequeño gran gasto que es comer por fuera.

Alimento para el marranito: Ponga en una alcancía el dinero que le sobra al final del día, se sorprenderá al ver cuánto reúne a fi n de mes. Si además ahorra una cuota diaria y la duplica cada cierto tiempo, la cantidad será mucho mayor.

Lluvia de sobres: No se refiere al tipo de regalo. Es una manera de distribuir el dinero que tiene en efectivo. Tome varios sobres y márquelos por categorías: diezmo, alimento, transporte. Así no malgasta sin darse cuenta.

Merque con lista: De esta manera puede evitar caprichos de lo que ponen los mismos supermercados estratégicamente a la vista y se enfoca en lo que sí necesita.

Lleve billetes grandes: Aunque nos gusta tener “sueltos” para pagar fácilmente en cualquier parte, lo cierto es que entre más grande sea el billete, más nos costará malgastarlo.

Mayordomía: El uso correcto del dinero es una manera de honrar a Dios. Demuestra nuestro compromiso con Él, pues comprendemos que nada es nuestro, sino que somos mayordomos de Sus recursos.

Foto: Damir Spanic  –  Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

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