Hablar con papito Dios

por María Isabel Jaramillo

¿Qué significa hablar con Dios? Hay cosas que los adultos a veces no nos atrevemos a cuestionar, pero que los niños preguntan y que son la base de una relación sólida con Dios. Aquí te respondemos las preguntas más frecuentes que los niños hacen sobre la oración para que aprendan a hablar con Dios como debe ser.

¿Dios escucha mi oración?

¡Claro! Él siempre te escucha. Está pendiente de todo lo que tienes para decirle. No importa dónde estés ni qué estés haciendo. No importa si oras en tu casa o en silencio cuando estás en el colegio. Gracias a que Jesús pagó por nuestros pecados en la cruz, podemos tener una relación cercana con Dios y saber que Él siempre nos escucha.

Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido. 1 Juan 5:14-15.

¿Tengo que orar por la mañana con mi familia y también solito?

Dios nos escucha en todo momento. La Biblia dice que temprano presentamos nuestras peticiones y es una linda manera de comenzar el día, poniéndolo en Sus manos. Si puedes hacer un devocional familiar con tus papás y hermanos o si lo haces también en el colegio, ¡fantástico! Pero no olvides que Dios quiere que tú también lo busques en tus momentos de soledad y le hables con tus propias palabras.

Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Santiago 4:8.

¿Lee mi mente o tengo que hablar?

Dios conoce tu corazón y tus pensamientos. Él no necesita que ores, pero sí quiere que lo hagas. Él sabe lo que quieres y necesitas, escucha tus pensamientos y por eso a veces puedes orar mentalmente. Pero hablar con Él es mejor, porque es como cuando te acercas a un amigo, que tu voz pueda escucharse. Eso te permite concentrarte mejor. Además, Dios quiere escuchar tu voz hablándole.

¿Cómo habla Dios si yo no lo escucho?

El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Salmo 145:18.

Seguramente sientes que es difícil escuchar la respuesta de Dios cuando le hablas, pero a veces, no es que Dios no hable, sino que no sabemos escucharlo. Él nos habla a través de Su Palabra en la Biblia, por eso es importante leerla todos los días. También nos habla a través de la creación, de personas sabias, ¡incluso de la música! Pero lo más importante es que Dios nos habla a cada uno de manera especial, así que pídele que te muestre claramente lo que tiene para ti y disfruta de tener ese tiempo con Él.

¿Dios contesta mi oración?

Dios siempre responde tu oración. Lo que ocurre es que tiene maneras de hacerlo. Puede ser sí, no o espera. A veces tiene algo mejor o no es el momento de darte lo que le estás pidiendo.

Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes. Jeremías 33:3.

¿Cómo debería orar?

Si oras acostado en tu cama, probablemente te quedes dormido. Si lo dejas para cuando vayas en la ruta al colegio, te vas a distraer. Es verdad que orar es hablar con Dios todo el tiempo, pero también busca una manera en que puedas hacerlo solo y sin interrupciones y que sea un tiempo dedicado para eso y nada más.

Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará. Mateo 6:6.

¿Dios siempre cumple lo que pido?

Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Marcos 11:24.

Pídele a Dios con confianza lo que necesitas y ¡también lo que quieres! Él es un papá que quiere escucharte. Pídele también que tus sueños sean de su agrado y no te sientas mal si en algún momento pides algo que no sea su propósito. Es mejor que tengas la confianza de hablar con Dios y pedir lo que necesitas y quieres (y que Él te muestre si la respuesta es no) a que no hables y no te acerques lo suficiente a Dios.

¿Debo usar palabras especiales o recitar algo?

Ora tal como eres. Habla con tu papá Dios como si hablaras con tu papá en la tierra o con tu mejor amigo. Dilo todo con tus propias palabras, pero recuerda las promesas que te ha dicho en la Biblia para que puedas meditarlas y orar con ellas. No tienes que repetir nada, incluso es válido que ores guardes silencio porque no sabes qué decir. Lo importante es que tengas la convicción de orar y el Espíritu Santo guiará tu oración.

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Romanos 8:26.

Por: María Isabel Jaramillo – isabel.jaramillo@revistahyc.com

Foto: Elisabeth Wales – Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

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