Tu cuerpo es asombroso

por Revista Hechos&Crónicas

¿Has escuchado que Dios nos creó a su imagen y semejanza? Génesis 1:26 nos da una idea del diseño que Dios dio al hombre. ¿Alguna vez has pensado qué significa eso? ¿Tendrá Dios dos ojos, una boca, una nariz y dos orejas? ¿Tendrá sentidos? ¿Será musculoso o viejo y barbado?

Los expertos dicen que Dios no tiene cuerpo, que Él es solo espíritu. Así que específicamente, fuimos creados para parecernos a Él, pero puede que no físicamente. Aun así, la creatividad de Dios al formar nuestros cuerpos no para de sorprendernos por la perfección de cada detalle.

El cerebro

El cerebro tiene el aspecto de una nuez gigante y arrugada. Cuando nacemos, pesa unos 350 gramos, llegando a “engordar” hasta los 1,4 kilos de media en la edad adulta debido a los procesos de desarrollo. Es por eso que necesitamos constantemente renovar nuestra mente, como lo dice Romanos 12:2. O sea, cambiar nuestros pensamientos por unos que agraden a Dios.

El cerebro puede almacenar 2.5 petabytes de información, o sea 2.5 mil millones de libros aproximadamente. Muy útil para aprender de memoria los 66 libros que componen la Biblia, ¿cierto?

Una persona en reposo respira normalmente de 12 a 15 veces por minuto. y lo mejor, es que ¡ni siquiera nos damos cuenta! Con el solo hecho de respirar estamos alabando a Dios, ¿lo habías pensado?

El estómago

El estómago puede digerir mucho más que solo alimentos. El ácido del estómago es tan fuerte que podría disolver metal. Por suerte, ¡el revestimiento del estómago lo puede tolerar! Es algo parecido a lo que dice el libro de Job 28:1.5: Hay minas de donde se saca la plata, y crisoles donde se refina el oro. (…) Extrae su sustento de la tierra, cuyas entrañas se transforman como por fuego.

El hígado

Este órgano podría ser un superhéroe de cómics, pues es el único órgano que puede regenerarse totalmente por sí solo. Si alguien donara su hígado a otra persona, este volvería a crecer a su tamaño original en pocas semanas y se renovaría por completo. Es como la promesa que Dios nos hizo de hacer nuevas todas las cosas. Apocalipsis 21:5.

Cinco minutos

Es el tiempo que los riñones tardan en filtrar toda la sangre, para ayudar a mantener el equilibrio de sustancias químicas del cuerpo. Así como los riñones son un filtro para nuestro organismo, nosotros también debemos filtrar todo lo que llega a nuestras vidas. Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno. 1 Tesalonicenses 5:21.

La pelvis

El hueso más grande es la pelvis o hueso de la cadera. De hecho, está formado por seis huesos firmemente unidos entre sí. ¿Sabías que Dios conoce cada uno de los 206 huesos que componen tu cuerpo? Salmos 139:15 dice: Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.

La lengua

Uno de los músculos más fuertes del cuerpo es la lengua. ¿Será por eso que la Biblia dice que en ella encontramos poder de vida y de muerte? (Proverbios 18:21).

Músculos

Los humamos tenemos cerca de 1.200 músculos en el cuerpo. Más de la mitad de ellos están localizados en la cabeza y en el cuello. Mientras podemos activar algunos músculos a nuestra voluntad, hay otros, como el corazón, que funcionan por orden del sistema nervioso autónomo. Por eso dice la Biblia que solo una persona perfecta podría dominar todo su cuerpo: Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo. Santiago 3:2.

El dedo meñique tiene un gran poder

A pesar de ser el más pequeñito, sin el dedo meñique, la mano perdería aproximadamente el 50 % de su fuerza. Esta es una forma más en la que Dios nos demuestra que no se necesita ser el más grande para ser importante, pues lo mismo ocurre con las personas: El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante. Lucas 9:48.

La nariz

Los seres humanos podemos detectar más de un billón de olores.  ¿Sabías que detectar olores y disfrutar aromas es una capacidad que también Dios tiene? Génesis 8:21 nos habla de esto: Cuando el SEÑOR percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque la inclinación del corazón del ser humano es perversa desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo.

¿Qué hacer con este maravilloso cuerpo?

Si Dios se tomó el tiempo para crear cada detalle asombroso en nuestro cuerpo, lo lógico es que nosotros mismos nos cuidemos como una manera de honrarlo y agradecerle. (1 Corintios 6:20) Nuestro cuerpo es valioso, por eso es importante que comamos de manera saludable, que tomemos suficiente tiempo para descansar y recargarnos, que hagamos ejercicio para fortalecernos y visitemos al médico de vez en cuando para mantenernos sanos. Cuidar nuestros cuerpos, así como nuestra alma y nuestro espíritu nos ayuda a parecernos a Dios y acercarnos a Él. ¡Somos su creación admirable!

Foto: Freepik (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

Montaje: Revista Hechos&Crónicas

Artículos relacionados

Dejar comentario

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
¿Chatea con nosotros?