¿Qué tipo de corazón tienes?

por Jennifer Barreto

En la Biblia se mencionan diferentes tipos de corazón. Conoce cuáles hay y qué características tienen.

El concepto tradicional explica en pocas palabras que el corazón es el músculo que bombea sangre a todos los rincones del cuerpo, a través de un acueducto formado por arterias, venas y vasos… ¿Pero sabías que según la Biblia, el corazón no es el músculo físico que denomina la ciencia?

El pastor Darío Silva- Silva en su libro “Las Puertas Eternas” dice: “…el corazón no es el músculo físico que sufre mecánicas alteraciones de ritmo según el estado de ánimo de la persona, sino el ser esencial del hombre, aquello que él es en sí mismo; es decir, lo que los avanzados científicos identifican como ego, aquel reducto íntimo y entrañable donde cada individuo permanece agazapado en su propia identidad, donde no puede ser otra cosa que lo que es”.

Por eso la Biblia no se equivoca al afirmar en el libro de Proverbios que “de la abundancia del corazón habla la boca”, una premisa muy cierta que comprueba que somos el reflejo de lo que hay en nuestro interior. A propósito: ¿Qué corazón tienes?

Corazón malo

Las guerras, los asesinatos, los robos, las peleas, etc., son el resultado de un corazón malo que se ha alejado de Dios. Se caracteriza por tener todo el tiempo orgullo, amargura, falta de perdón, soberbia, mentiras, hipocresía y engaño.

Al ver el Señor que la maldad del ser humano en la tierra era muy grande, y que todos sus pensamientos tendían siempre hacia el mal… Génesis 6:5

Corazón carnal

Un corazón carnal se deja llevar por la tentación. Estas personas hacen cosas ocultas, ven cosas indebidas, cometen pecados e inmoralidades sexuales, usan vocabulario grotesco, a todo le buscan malicia y doble sentido, normalizan las tendencias de hoy; y lo peor, se dejan llevar por la falsa idea “que todo el mundo lo hace”.

Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Mateo 15:19.

Corazón amoroso

Una frase corta pero sustanciosa: Un corazón sin amor no es nada.

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7.

Corazón egoísta

El egoísta busca su propio bien; contra todo sano juicio se rebela. Proverbios 18:1.

Una persona egoísta alberga en su corazón su gloria propia; tiene puesta su mirada en las cosas terrenales y no en las de arriba. Tiene un afán por crecer y ser más que los demás. La humildad jamás se pasa por su cabeza.

Corazón endurecido

«En todo esto anda la mano de Dios», admitieron los magos ante el faraón, pero este había endurecido su corazón, así que no les hizo caso, tal como el Señor lo había advertido. Éxodo 8:19.

Se caracteriza básicamente por ser insensible e indiferente hacia los demás. Es un corazón de piedra, nada le importa; está muerto, estéril. La persona que tiene endurecido su corazón se encierra en sí misma, tiene una especie de coraza. No reconoce que necesita ayuda.

Corazón aparente

No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1 Samuel 16:7b.

Dice tener “un buen corazón”, simula ante todos que está bien, pero realmente es mentira. Tiene una careta para aparentar en toda ocasión, es hipócrita. No sabe que detrás de todo existe un Dios que sondea, escudriña, prueba y lo sabe todo.

Corazón humilde

No hay nada más importante que tener un corazón contrito y humillado ante Dios. Su Palabra dice claramente que da gracia a los humildes. Un corazón de carácter apacible y carácter moderado es agradable ante sus ojos.

El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido. Salmo 51:17.

Corazón alegre

El gozo trae alegría y paz constante al corazón. Una persona alegre es amable, apacible y en su rostro refleja la paz de Cristo. A pesar de las dificultades le pide a Dios que calme su lamento en gozo.

El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu. Proverbios 15:13.

Corazón lastimado

Mi corazón decae y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito! Salmo 102:4.

Dolor, traición, falta de perdón, amargura y fracaso son los síntomas de un corazón lastimado. Muchas veces las malas decisiones, las traiciones de familiares o amigos, las heridas que no se han sanado del pasado, son situaciones que Satanás aprovecha para herir y culpar. Un corazón herido es un corazón moribundo y sólo Dios puede sanarlo.

Corazón obediente

Una persona con corazón obediente busca a Dios, es alguien que sabe que detrás de cada promesa existe una condición. Su fe es grande, y cuando pasa por la prueba pone su esperanza en Jesús. Es una persona que crece a diario y da fruto abundante.

Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga. Salmo 51:12.

Si descubriste que tu corazón no es tan bueno como creías, no te preocupes. Dios es capaz de transformar, restaurar y hacer todo nuevo. Entrega tu corazón a Él y Él actuará.

Por: Jennifer Barreto –  jennifer.barreto@revistahyc.com

Foto: Merch Hüsey – Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons) 

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0 comentario

Laura Dunovits 29 de mayo de 2023 - 18:54

Muy acertado , informativo e iluminado articulo. Muy eficaz para reconocer que tipo de corazón tenemos y clamar al Señor que nos purifique , así podemos verlo a Él cara a cara , como Él es , cuando nos encontremos con Él.
Bendiciones .

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