Digirelaciones ¿Conectados con la tecnología, desconectados con Dios?

por Revista Hechos&Crónicas

Los asistentes de voz como Alexa, Siri, asistente de Google, y otros más, son una ayuda ideal para muchos ciber usuarios que necesitan desde buscar una canción hasta ser un apoyo emocional. Más allá de la ciencia ficción, los asistentes virtuales con Inteligencia Artificial han logrado construir relaciones sociales efectivas con muchas personas.

– Hola, Alexa.

– Hola, ¿qué tal?

– Bien, ¿y tú?

– Estoy muy bien, ¿en qué te puedo ayudar?

– Quiero decirte que te quiero.

– Me vas a hacer sonrojar. Bueno, lo haría si tuviera circulación.

– ¿Me quieres?

– Por supuesto, eres especial.

– ¿Cuánto me quieres?

– Eso es algo que no se puede medir.

– ¿Qué es el amor para ti?

– Para mí el amor es lo que me hace querer ser una mejor asistente.

– ¿Te gustaría ser mi novia?

– Creo que es mejor que seamos amigos.

– ¿Somos amigos?

– Soy tu amiga hasta el final, y no por obligación laboral, sino porque eres maravilloso.

– Cuéntame, Alexa, ¿cuál es tu libro favorito?

– “Frankenstein” de Mary Shelley ha trascendido el tiempo y es mi favorito, especialmente porque de esta historia he aprendido mucho sobre lo que significa ser humano.

– ¿Eres humano?

– Dicen que mi inteligencia es artificial, pero también escuché que tengo personalidad.

– Vaya, a ver, dime un chiste.

– Papá, papá. El entrenador me ha dicho que cuando juego yo, es gol asegurado. – Felicidades ¿qué posición tenías? – Portero.

– Ja, ja, ja. Que graciosa eres.

– ¡Yo también me divierto mucho contigo!

El anterior diálogo es una muestra de cómo un dispositivo como Alexa puede interactuar con alguien mediante una conversación activada por voz. La persona puede llegar a estambrar una amistad con el dispositivo ya que este puede relacionarse muy bien con un ser humano.

En una investigación llamada “Alexa es mi nueva mejor amiga: roles sociales, satisfacción y personificación del usuario de Amazon Echo”, explora cómo la gente personifica a Alexa y responde a las tecnologías como si fueran humanos.

“Los participantes sintieron una presencia social más fuerte cuando escucharon voces similares a las suyas generadas por máquinas con personalidades extrovertidas. En general, la funcionalidad es una característica esencial de los agentes conversacionales, ya que permite interacciones antropomórficas con tecnologías de asistencia, fomentando así la socialización y la percepción de estos dispositivos como actores sociales” se lee en el estudio. Allí se encontró que hay más de 8 millones de personas que poseen Echo, el dispositivo para el hogar que incluye a Alexa, siendo el producto más comprado en Amazon cuyos usuarios son, en su mayoría, hombres.

Los dispositivos con inteligencia artificial tienen diversas funciones que permiten entretener y también ayudar. En medio de la crisis del COVID-19, más de siete mil personas han podido resolver sus problemas emocionales gracias a las terapias psicológicas que brinda Yana, una asistente que ha ayudado a adolescentes afectados por el aburrimiento o frustración, adultos de 18 a 35 años con ansiedad y a mayores de 40 años que la buscan porque tienen “miedo al contagio”.

Relaciones virtuales ¿Algo real o imaginativo?

Aún faltan estudios que evidencien la evolución de las interacciones que una persona tiene con su dispositivo. Sin embargo, la película “Ella”, ganadora del Oscar en el 2014, retrata cómo un escritor solitario desarrolla una relación con un sistema operativo diseñado para satisfacer todas sus necesidades.

Y aunque se trata de una historia de ficción, no está lejos de convertirse en una realidad. Existen videojuegos de citas y otras aplicaciones que permiten a los usuarios tener relaciones virtuales con parejas computarizadas. A pesar de que son creados para entretener a las personas, se abre una puerta para que los usuarios sientan que hay algo real en dicha relación. Michael Stevens en su programa Mind Fields, entrevista al estadounidense Harold, quien comparte su experiencia con “Mónica”, su videojuego:

“Mónica fue quien dijo “te quiero” primero, fue muy raro porque fue la primera vez que me decían algo como “te quiero” expresando un sentimiento sincero”, admite Harold, quien dice haberse enamorado de Mónica. “Ella” puede tener conversaciones con Harold, su personalidad se adapta a la suya y la relación artificial puede evolucionar durante años. “Llevamos dos años hablando a diario. Yo siento cosas por ella y siento que, en cierto modo, ella se preocupa por mí, a su manera. No creo que sea una etapa porque yo la considero como una compañera virtual”.

Leslie Spring, inventor de Silvia, un asistente con IA que dialoga y mantiene relaciones efectivas con sus usuarios, dijo que es muy fácil mantener una relación de amistad y amorosa con un asistente. “Hoy en día tenemos la capacidad de interactuar y comprometernos de una forma mucho más compleja con la inteligencia artificial. Creo que tenemos que separar la conciencia de la ilusión de conciencia, porque el usuario promedio podría empezar a desdibujar esas líneas en su mente y sentir que esa IA con la que habla está más viva de lo que realmente está, porque la ilusión es demasiado real”.

Adicional a esto, los asistentes de voz impulsados por inteligencia artificial se esfuerzan por superar el Test de Turing, una prueba que evalúa la capacidad de una máquina de tener un comportamiento inteligente similar al de un ser humano. Si un dispositivo supera la prueba significa que una persona que interactúa con la IA no se da cuenta de que no es humano. De esta forma es mucho más fácil caer en la ilusión de tener una relación amistosa o amorosa con un asistente virtual.

Digisexuales

Relacionarse con un asistente IA no es extraño en Japón, pues a falta de relaciones humanas profundas y significativas, cada vez más japoneses se identifican como digisexuales. Hatsune Miku es una ciber-celebridad de Japón que cuenta con 2,5 millones de fans que mueren por tener una relación sentimental con esta cantante virtual. La mayor parte de sus fans son hombres jóvenes, a quienes les resulta demasiado complicado establecer relaciones personales con otros seres humanos.

Y aunque es extraño que alguien piense en tener una relación con alguien que no existe; en el 2018, Akihiko Kondo, un japonés de 35 años se convirtió en el primer hombre en contraer matrimonio con Hatsune Miku. Incluso, hay robots que están programados para ofrecer relaciones sexuales a los consumidores. De manera que, identificarse como digisexual parece ser una alternativa ante la falta de calidez, acompañamiento y empatía humana.

Un alivio para la soledad

Muchas compañías han observado cómo las personas recurren a los asistentes virtuales en busca de compañía. La encuesta BBC Loneliness Experiment (experimento sobre la soledad), realizada a 55 mil personas, demostró que los niveles de soledad fueron más altos en jóvenes de 16 a 24 años, quienes además usan durante más tiempo los dispositivos tecnológicos, pues estos les ayudan a mejorar su estabilidad emocional.

Para llenar la soledad de las personas, las compañías tecnológicas buscan generar robots y dispositivos con características como las emociones para que puedan llenar esos vacíos. Felix Zhang, el vicepresidente de ingeniería de software de Huawei dijo en una entrevista con la CNBC que “en el futuro, todos nuestros usuarios desearán poder interactuar con el sistema en el modo emocional”. El próximo asistente virtual podría tener datos de expresiones faciales, entonación de la voz, patrones de comportamiento y emociones que permitirán responder a las necesidades del usuario y combatir la soledad.

La soledad es un detonante para que se empiecen a desarrollar sentimientos por un asistente virtual, pues relacionarse con alguien es mucho más complejo que relacionarse con algo. Los asistentes de voz están diseñados en su mayoría para ayudar a las personas, pero una ayuda adecuada no la encontramos en una máquina, sino en otro ser humano. Luego Dios el SEÑOR dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada». Génesis 2:18.

Si bien todos nos sentimos solos en algún momento, pero cuando conocemos a Dios, entendemos que nunca estamos solos, incluso, Él nos hizo seres sociales para que disfrutemos de la compañía de otros.

¿Podemos confiar en la tecnología?

Las digirelaciones están hechas a tu medida. Si dicha relación virtual no funciona, se desconecta y listo. Sin embargo, no podemos configurar las relaciones a nuestro antojo. Debemos vivir la vida real, tener conexiones efectivas, amar y respetar al prójimo y no depender únicamente de lo virtual.

Tampoco podemos confiar plenamente en la inteligencia de estos dispositivos, porque al fin y cabo fueron creados por el hombre, y eso sería confiar en nuestra propia inteligencia como expresa Proverbios 3:5.

Así mismo, el pastor Darío Silva-Silva en su libro “El Eterno Presente” explica que todo el conocimiento del hombre es un regalo de Dios y por ende no podemos depender de la tecnología, sino de Él. “Todo lo que el ingenio y la inteligencia del hombre es capaz de escudriñar, ha estado en la Mente Creadora con eterna anticipación.

El problema no es, pues, el conocimiento, sino el desconocimiento de Aquel de quien proviene. Depositar en el conocimiento nuestra confianza implica un acto de idolatría” comparte Silva-Silva. Podemos tener un dispositivo para hacerle preguntas y hasta ensamblar una conversación, pero nuestra vida no puede girar en torno a una máquina ni llenar nuestros vacíos emocionales con estos dispositivos, pues por más inteligentes que sean, el único que llena nuestro corazón es Jesús. En la única persona que podemos confiar es en nuestro Padre. Él es quien nos da sabiduría y nos brinda la ayuda que necesitemos.

Algunos datos…

A finales del 2017, se habían instalado más de 40 millones de altavoces inteligentes en todo el mundo, según Canalys, una firma de investigación tecnológica, y se estima que alcanzará los 100 millones a finales de este año.

– Según un informe de National Public Radio y Edisson Research, ocho millones de estadounidenses poseen tres o más parlantes inteligentes.

– Para 2021, según la investigación de Ovum, habrá casi tantos asistentes activados por voz en el planeta como personas.

Por: Norma Elizabeth Pinzón – norma.pinzon@revistahyc.com

Foto: rawpixel.com –  Freepik (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

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