Religión vs Internet

por Editor

Las expresiones de corte religioso y espiritual son temas de cuidado a la hora de juzgar o censurar. Sin embargo; la censura contra ellas crece cada día más en la web, a pesar de que el mundo cristiano clama por una completa libertad de cultos y expresión religiosa.

En los primeros días de 2017, el centro de investigación Barna publicó el informe Barna Trends: What’s new and What’s Next (Barna Tendencias: ¿Qué hay de nuevo y qué es lo próximo?), allí Andy Crouch, editor ejecutivo de la revista Christianity Today señaló “El ritmo del cambio tecnológico ha superado la capacidad de cualquier persona para desarrollar la sabiduría suficiente para manejarlo. Estamos llenando nuestras vidas con nuevas promesas de la tecnología, sin un sentido claro de si se nos va a ayudar a mantener las promesas que ya hemos hecho”.

Es claro que para 2017 la influencia de internet, las redes sociales y las páginas web tendrá un papel de mayor relevancia frente al que tuvo en 2016. En este sentido, la religión, creencias y expresiones espirituales también se van a ver afectadas, frente a los rápidos avances de la tecnología y sus contenidos.

Censura religiosa en la web

En 2011, National Religious Broadcasters (NRB) publicó un informe sobre la censura religiosa en el mundo denominado True Liberty in a New Media Age: An Examination of the Threat of Anti-Christian Censorship and Other Viewpoint Discrimination on New Media Platforms (Libertad Verdadera en una Nueva Era Mediática: Análisis de la Amenaza de la Censura Anticristiana y de la Discriminación de otras Opiniones en las Nuevas Plataformas de Medios).

Esta investigación concluye que “las  ideas cristianas no tienen una buena acogida en las redes sociales pues ha encontrado ciertas irregularidades en la forma en que las nuevas plataformas de medios de comunicación tratan la religión y el hecho religioso. Apple, Google, Facebook y otras redes sociales hacen valer una censura de corte anticristiano ante determinados contenidos e ideas religiosas cristianas”.

Desde la publicación del informe las cosas han cambiado muy poco a pesar de los compromisos de los medios masivos de comunicación y las empresas dueñas de las redes sociales y diversas páginas web.

En junio de 2016, el sitio de noticias católicas ACI Prensa denunció, citando al sitio web Gizmodo, que “los empleados de Facebook suelen descartar de la sección de tendencias las noticias de interés para los grupos conocidos como conservadores de Estados Unidos”.

El artículo señala que “algunos líderes católicos consideran posible que también las publicaciones de grupos religiosos pueden ser censuradas de la sección de tendencias de Facebook”. Ashley McGuire, miembro de The Catholic Association, dijo a ACI Prensa que esta situación es preocupante porque la gente suele formar su opinión política a partir de su fe. Por lo tanto “esta censura de Facebook tendrá consecuencias a nivel religioso”.

En este mismo sentido, empresas como Apple han censurado o bloqueado diferentes aplicaciones cristianas, católicas o de contenido espiritual debido a su posición frente a la homosexualidad, cuando el auge del internet ha auspiciado grandes espacios de debate y respeto a las ideas ajenas sea cual sea su posición.

Políticas antidiscriminación que discriminan

Empresas tecnológicas han acudido a los tribunales para defender lo que han denominado políticas de uso y publicación, con las cuales se pretende erradicar la discriminación de los usuarios por su orientación sexual, origen, raza, religión, modo de pensar, etc.

Sin embargo, en algunos casos la aplicación de dichas políticas ha llevado a la discriminación, censura y matoneo web a comunidades, ministerios, iglesias y creyentes en el cristianismo, catolicismo y otras expresiones religiosas.

Es así como The Christian Institute se enfrentó a Google en los tribunales por un anuncio sobre el aborto que el centro cristiano puso en el motor de búsqueda y que fue retirado por el gigante del internet. Tras la polémica, Google cambió su política de no permitir anuncios sobre el aborto de grupos religiosos, siempre y cuando se encuadren en un marco objetivo.

En medio de la disputa, Mike Judge, jefe de comunicaciones del instituto cristiano, dijo: “Google ofrece cierto tipo de anuncios y al mismo tiempo prohíbe el nuestro porque somos ‘religiosos’, lo que muestra un conjunto deformado de valores. Este no es un debate sobre los pros y los contras de aborto. Se trata de la libertad de expresión. Puede ser pro-aborto y todavía reconocer que Google está actuando injustamente. La verdadera prueba de la libertad de expresión es si se permitirá a aquellos que no están de acuerdo, expresar su opinión. Si sólo permite a sus amigos para promover su punto de vista, eso no es libertad de expresión en absoluto”.

Censura que transforma

El estudio de Barna sobre las tendencias de 2017 señala que “muchas industrias y sectores de la cultura están experimentando un cambio tremendo de cómo herramientas digitales y otros factores están llevando a muchos a renegociar sus relaciones con las instituciones. Junto con todos los demás, los pastores y su papel en la cultura del creciente escepticismo-religioso están siendo afectados por estos cambios. Estos tenían una posición de estima en el ojo público, pero las personas están renegociando sus relaciones con la autoridad espiritual. Pastores históricamente mediaban la transmisión de conocimientos a los buscadores espirituales, pero ahora la gente consulta Twitter, búsqueda de Google, o pedir a Siri”.

Esto llama poderosamente la atención debido a que hoy en día a la hora de lidiar con problemas de trasfondo espiritual y religioso, el público acude más al internet que a los líderes espirituales. Allí se encuentran con una amplia censura a los contenidos religiosos y expresiones espirituales, lo que viola la libertad de cultos y de expresión, y en donde la gente no puede decidir libremente sino por las opciones que no son censuradas.

Un ejemplo de ello es el documento interno de Facebook, revelado por el diario alemán Sueddeutsche Zeitung, donde se muestran las guías de censura de los inspectores de la red social. La investigación del medio europeo y citada por la página especializada en tecnología Fayer Wayer señala que “el punto más delicado de esta guía es que las prioridades de censura se basan en un sistema de “categorías protegidas”, determinadas bajo diversas variables como sexo, afiliación religiosa, género, raza, origen étnico, orientación sexual, origen nacional, discapacidad o enfermedad grave. Sin embargo esta misma distinción abre el paso a algunas prácticas cuestionables”. En el campo religioso, el medio alemán concluye “mientras que los miembros de grupos religiosos están protegidos, la religión misma no lo está”.

Esto conlleva a que las necesidades religiosas de una personas sean saciadas al molde que las empresas tecnológicas desean más no a lo que realmente necesitan, debido a que el público solo encuentra opciones que van acorde con sus políticas o las categorizaciones de censura, fenómeno que es necesario transformar para no continuar con la constante violación de la libre expresión religiosa en el mundo digital.

Fotomontaje: Revista Hechos&Crónicas

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