No se puede desconocer que octubre es el mes del Halloween. Por tratarse de una fiesta pagana, los padres no podemos encerrar a nuestros hijos en una burbuja para protegerlos de los peligros físicos y espirituales. Lo mejor es resolver dudas y saber cómo cuidarlos.
Entrevistamos a Wilson Parra, actual pastor de Casa Sobre la Roca en Sogamoso, quien además dirigió por seis años la iglesia infantil en Bogotá. Él hizo algunas recomendaciones sobre cómo proceder en esta fecha: “los niños pueden participar en ciertas actividades (de empresas o conjuntos) buscando pasar un rato en familia, en esto no hay que ser legalistas; pero siempre hay que estar alerta del contenido espiritual de las actividades. En algunos casos, lo mejor es cambiarles el plan por otra alternativa también atractiva, para evitar ciertos peligros”.
Hechos&Crónicas trae un recuento de los peligros más significativos del Halloween, para que tanto padres como hijos estén alerta.
- Exceso de dulces
Los niños reciben y consumen gran cantidad de dulces, lo que causa hiperactividad y hasta intoxicación (sobre todo en los menos acostumbrados). La Secretaría Distrital de Salud hace un llamado a los padres de familia para que los niños coman dulces con moderación. Y evitar los dulces pequeños en menores de cuatro años por el riesgo de atragantamiento. También hay que tener cuidado con los recipientes o bomboneras con exceso de plomo y las golosinas caseras o sin registro sanitario. No permita que pidan dulces con el estómago vacío. Si comen algo saludable en casa, evitará que se excedan en el consumo.
- Delincuentes disfrazados
De acuerdo con el coronel Henry Ricardo Quintero, jefe del área de protección a la infancia y adolescencia de la Policía Nacional, los ladrones, e incluso algunas bandas delincuenciales aprovechan los disfraces y las multitudes para cometer ciertos delitos. Además, las estadísticas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) reportan un incremento de robos de niños en esta época del año, así como de menores que se extravían en lugares con gran afluencia de gente. No se descuide y no los pierda de vista.
- Dulces extraños
Existen rumores no confirmados de niños muertos por consumir dulces envenenados, sin embargo, no se descuide. Acuerde con sus hijos revisarlos antes del consumo y preste especial atención a los dulces abiertos, húmedos o caseros.
- Tipo de disfraz
El pastor asegura que los niños se pueden disfrazar como cualquier otro día del año, pero tenga en cuenta el tipo de disfraz para la hora de salida, que no sea muy destapado para una noche fría; aunque tampoco debe irse al extremo de abrigarlos demasiado. Fíjese que no sean alérgicos al material del disfraz, al maquillaje, evite los lentes de contacto, los accesorios que puedan resultar peligrosos, los que cuelguen del cuello y prefiera los accesorios reflectivos que se vean en la oscuridad. Y por encima de todo, procure que los disfraces den cuenta de su fe cristiana.
- Fiestas
Las fiestas de disfraces son muy comunes, pero en años anteriores se ha encontrado consumo de alcohol y alucinógenos. Ante esto, la entidad Red PaPaz afirma: “Esta época es muy dada para este tipo de fiestas, es muy importante que los padres sean mucho más cuidadosos, porque detrás de una máscara pueden estar en estos eventos públicos gente que no son niños que están buscando otras cosas”. Es mejor evitar.
- Guerra espiritual
Por supuesto, el peligro más grande que enfrentan las familias es el espiritual. Ante esto, el pastor Parra recomienda orar con los niños y explicarles con claridad. “Es un tiempo de mucha guerra espiritual que requiere oración y ayuno permanente”.
Si no siente paz, o siente algún tipo de peligro, prefiera otra actividad con sus hijos en casa o simplemente planee un pequeño recorrido en las casas de sus familiares cercanos.
Realizar una pequeña reunión con sus amigos creyentes también es una buena opción. Los niños se divertirán y lucirán sus disfraces.
Foto: Emilia Willberg – Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons)