El arte de liderar

por Revista Hechos&Crónicas

Algunas personas cuentan naturalmente con habilidades como líderes: tienen carisma, son inteligentes estrategas y suelen ser las personas más extrovertidas. Pero ser extrovertido no define a un líder. A pesar de nuestras diferencias, todos los seres humanos nacimos con el potencial para ser líderes.

Es decir, llegar a ser agentes de influencia para las personas que nos rodean, con un propósito en común. Sin embargo, el liderazgo es un arte que debe ser aprendido y su base es regida por el temor del Señor, el cual es el comienzo de la sabiduría como lo dice Proverbios 9:10.

El liderazgo efectivo además de potenciar a una persona como un influyente, también requiere estar dispuesto a aprender nuevas estrategias, métodos y sujeción a un líder mayor que sí mismo. Está bajo la autoridad de Jesucristo, el buen pastor (Juan 10:11) y esto es llamado habitualmente como aprendizaje.

El liderazgo en una compañía, en un grupo pequeño, en una comunidad con metas en común, en el hogar como jefe de familia, o en cualquier lugar donde una persona se destaque como tal, siempre circunda en tres características: el líder está llamado a ser un modelo, un ministro y un mentor. Modelo porque los seguidores lo ven. Ministro porque aquellos a quienes guía son personas que sienten. Mentor porque lo escuchan.

Modelo

Cada líder es un modelo para otros, se dé cuenta o no de ello. En el seno familiar el hombre es el líder que los hijos imitarán como hombres, esposos y padres. Al igual que la mujer será el modelo de mujer, esposa y madre. Ya sea para ser como el progenitor del mismo sexo, o como modelos para la búsqueda del cónyuge ideal (por imitación o por opuestos a los modelos recibidos).

Ministro

Antiguamente esta palabra tenía el significado de servicio, y es en este sentido en que quiero usarlo. Debemos ser sirvientes de aquellos a quienes influenciamos con nuestro liderazgo. Un líder no es el mejor servido, sino aquel que, siendo factor de influencia, puede servir a sus influenciados. El líder espiritual es un servidor dedicado a suplir a su familia, a servirles de modelo y guía, y, además, lo hace con otros y lo guía hacia el bien común.

Mentor

Un mentor es un consejero con experiencia, confiable y dedicado a acompañar en su desarrollo a una persona, generalmente más joven y con menor experiencia. Un requisito previo para ser mentor es ser un modelo dispuesto a servir. Es involucrarse en la instrucción. Conlleva un compromiso.

El de mostrar un verdadero interés por el otro, trabajar con él para que pueda ver el potencial que tiene y desarrollarlo.

Gestión del tiempo

El liderazgo también implica inversión en tiempo. Todas las cosas buenas requieren tiempo. Se necesita tiempo para crecer, leer, cultivarse, meditar, orar, servir y fomentar y sostener la comunión con Dios, con nuestras familias y con quienes lideramos. No existe atajo alguno para alcanzar la madurez. Se necesita tiempo para alcanzar seguridad financiera, para adquirir aptitudes comerciales, para conocer a una persona, y mucho más tiempo para ayudarla a desarrollar sus potenciales habilidades, cualquiera fuera el tipo de ellas. Un buen líder invierte tiempo.

Por: Esteban Fernández. Director del Ministerio Latino de Bíblica, y presidente del ministerio de capacitación a líderes “Nuestra Fortaleza”.

Foto: Freepik (Foto usada bajo Licencia Creative Commons)

Artículos relacionados

Dejar comentario

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
¿Chatea con nosotros?