No tengan deudas con nadie aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. Romanos 13:8.
Estadísticas del Banco Mundial y del Dane en Colombia, informan que los hogares colombianos se encuentran sobre endeudados. Es decir, muchos están viviendo por encima de sus posibilidades. Esto se debe en gran parte al desconocimiento de la administración, distribución y producción de la riqueza desde la perspectiva de Dios.
En Colombia se está practicando la “gratificación inmediata”, es una falsa filosofía heredada por los colonizadores mercantilistas en Latinoamérica de querer y poseerlo todo ¡ya!, a la fuerza, sin importar las consecuencias. En la actualidad, las personas quieren inmediatez y se endeudan, no hacen planeación financiera, no llevan un presupuesto mensual de ingresos y gastos, no saben cuánto suman sus activos y pasivos, no establecen metas a corto, mediano y largo plazo, no ahorran y no invierten el dinero. Es decir, no practican el principio bíblico y financiero de la “gratificación diferida”, que consiste en ahorrar e invertir a corto, mediano y largo plazo, para luego comprar de contado.
En los cuatro evangelios de la palabra de Dios, encontramos varios versículos en donde Jesús hace referencias hacia el dinero. Dicen los expertos que, de todas las parábolas de Jesús, 16 están relacionadas con el dinero. La Biblia tiene más de 2.350 versículos que hablan sobre este y aproximadamente el 10 % de los versículos del Nuevo Testamento también están directamente relacionados con los tesoros de esta tierra.
No hay un versículo clave que motive al creyente a endeudarse, pero tampoco hay versículos que lo prohíban de manera contundente. Sí hay algunos versículos que hablan de las consecuencias de endeudarse y esto se debe a una mala planeación financiera del balance general de ingresos, egresos, activos y pasivos. Las deudas se ocasionan por varios factores, los más relevantes son de carácter emocional, decisiones apresuradas por la intuición sin prever todos los riesgos, también se ocasionan por pérdida de empleo, un mal negocio, divorcios, enfermedades, catástrofes, abandono de la pareja, orgullo, vicios, vida desordenada, infidelidad, adulterio, quiebra de la empresa, muerte de uno de los proveedores del hogar, pandemias, guerras, etc.
En 2 Reyes, se relata la historia de una viuda con hijos, que estuvo casada con un hombre fiel a Dios pero que, cuando llegó el profeta Eliseo, se encontraba endeudada con un hombre de la ciudad:
…Mi esposo, su servidor, ha muerto, y usted sabe que él era fiel al Señor. Ahora resulta que el hombre con quien estamos endeudados ha venido a llevarse a mis dos hijos como esclavos. 2 Reyes 4:1.
Realmente no se saben las circunstancias por las que esta mujer se encontraba endeudada con aquel hombre, pero lo que sí se observa en los textos bíblicos, es que ella tenía un gran potencial, un gran talento dado por Dios para llegar a ser una gran empresaria en la comercialización de bienes y servicios. Tenía la vena del emprendimiento que la iba a llevar a la prosperidad, riqueza y bienestar. Ella descubrió este potencial porque buscó ayuda en el lugar adecuado, un siervo ungido por Dios llamado Eliseo, que bajo la guía del Espíritu Santo le dice a la viuda que haga un préstamo de vasijas con sus vecinos, porque el único recurso que tenía ella era aceite y Dios con su talento y habilidad lo iba a multiplicar.
Después de haber realizado lo que él siervo de Dios le había dicho, él le dijo lo siguiente: Ahora ve a vender el aceite, y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre, podrán vivir tú y tus hijos. 2 Reyes 4:7.
Hay varias enseñanzas que descubrimos en estos versículos. Debemos pedir consejos a personas que sean espirituales, escuchar sus consejos y llevarlos a la acción.
En Colombia usamos mucho el refrán: “No le des el pescado, más bien, enséñele a pescar”. He escuchado varios testimonios de hombres y mujeres, que no tenían absolutamente nada de dinero; varios de ellos estaban con deudas que los ahogaban, pero se les presentaron personas con una oportunidad de comercializar algún producto, bien o servicio, e hicieron un pequeño préstamo de dinero con familiares y en algunos casos con entidades financieras. Hoy en día son millonarios grandes líderes que motivan a la acción y animan a muchas personas a emprender, a tener fe y esperanza en Dios.
Muchos de ellos no sabían que tenían este gran potencial y talento dado por Dios. Habían perdido toda esperanza, pero creyeron y fueron determinados, pues, aunque sufrieron un poco o mucho en sus vidas, fueron humildes en escuchar los consejos de quienes no les dieron el dinero, ni los productos, sino que hicieron como Eliseo, les mostraron las herramientas y la oportunidad de hacer un gran negocio con un pequeño recurso; por eso se movieron con una fe inquebrantable a llevar a cabo los consejos recibidos. La fe y el esfuerzo van de la mano. Hay otro refrán que hace referencia a la actitud de las personas emprendedoras: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
He visto muchas personas en necesidad, que no mueven un dedo por salir de la situación en la que están, lastimosamente esperando que les den el pescado. Son negativas, no se esfuerzan, no dan la milla extra, no pagan el precio. La enseñanza de Eliseo nos muestra, que, si queremos ayudar a alguien, no debemos hacer el trabajo por él o ella, nuestra obligación es mostrarle la oportunidad y que sea él o ella quien decida por sí misma y actúe.
Jim Rohn decía: “El desastre económico comienza con una filosofía de hacer poco y querer mucho”.
El préstamo de las vasijas que hizo la viuda fue una pequeña deuda que adquirió momentáneamente para invertir en su nuevo emprendimiento de aceite casero artesanal, algo que Dios multiplicó. Fue un préstamo planeado para producir riqueza, no para gastos suntuosos, viajes y demás cosas innecesarias que hacen comúnmente las personas con el dinero que piden prestado.
¡Que milagro tan asombroso el de la multiplicación del aceite, que se sigue y seguirá realizando! Pero hay que tener en cuenta que el éxito de la viuda se debió a la fe y convicción con las que llevó en su habilidad a la acción. Eliseo le mostró el pescado, le dio la caña de pescar y le enseñó cómo pescarlo y ella actuó. Por eso, en la viuda se cumplió el versículo bíblico: Las manos hábiles atraen riquezas. Proverbios 10:4b.
La obediencia a los consejos de los siervos de Dios inspirados por el Espíritu Santo, traen bendición, por eso el proverbio dice: En multitud de consejeros hay sabiduría. En decisiones de carácter financiero, siempre busca el consejo frente a la decisión que vas a tomar. El principal consejero es Jesús, el segundo, si eres casado, es tu cónyuge; si eres soltero tus padres, el tercero, un pastor o líder de tu iglesia y si es necesario, un asesor experto en el tema.
Por Jean Paul Beltrán Sánchez. Asesor Financiero Certificado, Speaker, Escritor y Asociado al Dr. Andrés Panasiuk y su Organización Cultura Financiera.
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