David Hormachea nació en Chile, y lleva más de 45 años de casado con su esposa Nancy. Es doctor Honoris Causa en Divinidades de la Biola University en California, es productor del programa Principios que se transmite en más de 1200 estaciones de radio en toda América Latina, Estados Unidos y España. Es autor de más de 15 libros. Preside la organización de ayuda a la familia De Regreso al Hogar. Hechos&Crónicas habló con él sobre el embarazo en adolescentes.
H&C: En enero del 2022 se registraron 89 nacimientos en menores de 14 años frente a 74 del mismo mes del 2021 ¿Qué opina frente a este panorama?
D.H.: En una de mis conferencias que se titula Si amas, da la prueba de amor, le enseño a las chicas lo que realmente es amar. Muchas creen que dar la prueba de amor es prestar su cuerpo para que alguien las excite y las use sexualmente por una vez, o de allí en adelante cada vez que quiera. El embarazo cambia las opciones básicas de la vida con respecto a carreras, oportunidades y matrimonio futuro. Muchas jóvenes nunca se gradúan. Las que ya son pobres, difícilmente pueden salir de la pobreza y en algunos casos se siguen llenando de hijos. Otras recurren a la prostitución o a trabajos mal pagados donde son explotadas. Si las chicas fueran cristianas, si adoptaran los valores bíblicos, vivirían como personas de valor y dignidad y no permitirían que nadie las use. Sabrían traer al mundo niños deseados, bien planificados y unidas a un hombre que realmente las ame y no las use sexualmente.
H&C: ¿Cuál es su posición frente a la promoción del uso de métodos anticonceptivos en jóvenes desde temprana edad?
D.H.: En Chile, la actual presidente agnóstica, decretó que las chicas menores de 14 años pueden pedir la píldora del día después sin permiso de sus padres. Lo que debemos promover es la moralidad absoluta que motiva a la fidelidad en el matrimonio, a la sexualidad dentro de una relación seria, bien planificada y de compromiso. Se pueden repartir condones para evitar embarazos o enfermedades venéreas, pero no existen condones para evitar el uso y el abuso sexual. La vida sexual que enaltece la dignidad humana no es solo juntar cuerpos y eyacular, tiene como objetivo que un hombre y una mujer que tienen un compromiso para toda la vida desarrolle su relación conyugal con respeto, amor, fidelidad e integridad.
H&C: ¿Cómo concientizar a los jóvenes que mantenerse puros hasta el matrimonio vale la pena?
D.H.: No debemos iniciar el entrenamiento en la adolescencia. Desde niños debemos enseñarles que aprendan realmente a amar a Dios y su moralidad. Tristemente cada vez que pregunto a los padres si se han reunido con sus hijos para instruirlos sistemáticamente sobre moralidad, masturbación, relaciones sexuales, homosexualismo, etc., la gran mayoría nunca lo ha hecho. No es una clase que debe ser dada, es un estilo de vida que tiene que ser enseñado.
Por: Jennifer Barreto – jennifer.barreto@revistahyc.com
Foto: Alysa Bajenaru – Unsplash (Foto usada bajo Licencia Creative Commons)