Es un hecho que gran porcentaje de los niños crecen con un padre ausente, debido a un problema que se presenta en nuestra sociedad donde los matrimonios ya no tienen la relevancia que debe, y los divorcios son pan de cada día. Al final quienes terminan afectados por decisiones de los padres son los hijos, ya que muchos sufren circunstancias de rebeldía, baja autoestima y falta de identidad.
Esto no quiere decir que todos los niños que crezcan sin un padre vayan a tener estas actitudes, ya que cuentan con la madre y otros familiares que pueden brindar un buen acompañamiento en el crecimiento y suplir el cariño que pueden necesitar. La relación con un padre siempre va a afectar más en la vida de una mujer que de un hombre.
¿Por qué la ausencia afecta más a las niñas? Para la mujer, el padre es el hombre más importante de su vida, su primer amor, su primer representante del sexo opuesto. Está comprobado que ellas siempre buscan conocer la opinión de sus padre ante cualquier decisión que tomen, aunque no lo digan abiertamente y, a veces, lo nieguen.
“El padre ayuda a la construcción de su identidad. La autoridad del padre es diferente a la de la madre; no más, ni menos, sino distinta”, afirma Álvaro Sierra especialista en orientación familiar de la Universidad de la Sabana.
Un padre presente siempre representará un plus en la vida de una niña, tendrá una autoestima más alta y se sentirá más segura de sí misma. Esto se debe a que las mujeres siempre buscan una figura masculina que las apruebe o por la cual se sientan protegidas. Según estudios la mayor parte de las mujeres que tiene malas relaciones al crecer o matrimonios fallidos es porque buscan suplir ese amor de padre con cualquier hombre, la búsqueda de sentirse amadas las lleva a tomar malas decisiones que les llenará de más heridas.
Algunas consecuencias de la ausencia de papá son: depresión, ira, sentimiento de culpa, rencor, ansiedad, bajo rendimiento académico, desobediencia, promiscuidad y hasta adicciones. Cabe resaltar que esto no pasa en todos los casos, pues depende de las circunstancias y de cómo enfrentamos las mentiras y engaños con la verdad que es Jesús.
Un padre amoroso
Hace mucho tiempo se me apareció el SEÑOR y me dijo: «Con amor eterno te he amado. Jeremías 31:3a.
A pesar de no tener un padre terrenal, debemos aprender a ver a Dios como nuestro padre, pues Él no falla y nunca nos abandonará ya que somos la niña de sus ojos. Muchas veces nos enojamos con Dios y lo culpamos por no haber tenido un padre y perdemos la oportunidad de conocer a un padre amoroso que a pesar de nuestras fallas su amor nunca cambia. Y si no conoces al Padre Celestial, te pierdes la oportunidad de acariciar a un papá amoroso. Él no es irresponsable. Tampoco es insensible o egoísta.
Su amor es inagotable y esto no quiere decir que no nos vaya a disciplinar ya que como el padre más bueno siempre quiere lo mejor para sus hijos, Él sabe que posiblemente fallaremos pero con amor siempre estará con sus brazos abiertos para mostrarnos su favor, un verdadero padre es dador y generoso. Él no quiere dañar el carácter de su hijo, pero no obstante desea dar regalos, por eso aunque él quiere darte lo que desees no lo recibirás hasta que Él vea que es el tiempo indicado, que estás listo y que es lo que te conviene.
Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti. Deuteronomio 8:5.
Él siempre está
Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. Salmos 27:10.
“Yo ya sé quién eres, y te amaré cuando los demás te abandonen. Yo todavía te amaré. Eso es el amor de un padre. ¿Te das cuenta de que nuestro Padre te ama así? Él ya sabía que tú fallarías y tropezarías. Él siempre supo que tú eras humana. Siempre supo que tendrías que luchar”, Cita Td Jakes en su libro El padre ama a sus hijas.
Aunque demos la espalda, Dios siempre está ahí para nosotras, la vida de una mujer es muy activa desde que es niña, siempre quieren tener el control de todo pero si no soltamos las cosas nunca podremos, tengamos en cuenta que en nuestras fuerzas no podemos, siempre necesitaremos a Dios y Él siempre estará.
Él te conoce desde antes de nacer, sus brazos te cargan cuando eres débil. Es en su hombro donde lloras cuando no puedes contener las lágrimas. Su sabiduría es soberana, su compasión pura… Él está allí para tu protección. Él es tu padre.
A pesar de que tu padre terrenal no esté, que te haya dado la espalda y que te haya hecho mucho algún debes honrarlo ya que es el único mandamiento que Dios dio con promesa, es difícil hacerlo cuando tu corazón fue herido pero hazlo por obediencia, para que así Dios bendiga cada uno de tus días.
Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios. Deuteronomio 5:16.
Por: Geraldine Avila Cifuentes | Twitter: @geralavila9
Foto: Limor Zellermayer – Unsplash (Foto usada bajo Licencia Creative Commons)