Sembrar para el futuro

por María Isabel Jaramillo

Durante el mes de agosto, las parejas del ministerio de Casa2 de Casa Sobre la Roca Sabana Norte vivieron una experiencia inolvidable. Se trató de una caminata de cinco kilómetros que culminó con la siembra de un bosque especial para las familias.

La actividad se denominó “Aire para tu matrimonio” y se desarrolló en la reserva natural del Parque Jaime Duque, donde se construyó un bosque de Casa2, con una placa conmemorativa que todo visitante podrá leer y hace alusión a la importancia del matrimonio: “La Palabra de Dios, los buenos amigos y el trabajo en pareja es lo que hace que tengamos un matrimonio bien afirmado”, dice la placa, que se encuentra a la entrada del bosque donde 95 parejas sembraron su árbol familiar, con la intención de dejar una huella y construir futuro para su relación.

Alejandro Chaparro, director del ministerio de Casa2 de Sabana Norte aseguró: “Fue un regalo. Tuvimos la oportunidad de experimentar algo diferente. Ese domingo salimos con los amigos, con nuestros hijos y tuvimos un tiempo diferente. Un tiempo donde recibimos aire para nuestros matrimonios. Muchas veces los afanes del diario vivir, los problemas de la casa, las circunstancias que no hemos podido resolver, hacen que el poder respirar juntos o poder tomarnos de la mano se convierta en algo difícil.

Queremos tomar esta reunión que pudimos compartir para que se convierta en un estandarte en nuestras vidas, debemos ser intencionales en renovar constantemente el aire en nuestro matrimonio.

Sembramos 95 árboles ese día, 13 especies diferentes que se complementan entre sí. Cada familia dejó su arbolito sembrado en el parque Jaime Duque, uno de los más importantes de Colombia, a quienes bendecimos y agradecemos su generosidad.

El significado de todo esto está determinado en que Dios nos da la oportunidad de dejar una huella, una placa en la segmentación que ellos hacen de la reserva natural, donde cada lugar es algo específico e importante y quedó como el bosque MBA (Matrimonios Bien Afirmados) y eso es un regalo. Ahora tenemos un bosque para cuidar y proteger, igual que debemos hacer con nuestra relación. Este nuevo aire traerá bendición para nuestros matrimonios”, aseguró Chaparro.

Se trató de un acto lleno de valor físico y espiritual para los matrimonios. Donde además se trabajaron las cuatro estaciones del matrimonio y se enseñó a los asistentes a sobrellevar cada una de ellas, sembrando para el futuro.

Simbología del árbol en la Biblia

El pastor Darío Silva-Silva en su libro, “El fruto eterno”, nos explica la simbología bíblica de los árboles: En las Sagradas Escrituras los árboles y sus frutos tienen un rico simbolismo. Cuando el YO SOY lo visita bajo el calor del día, Abraham invita a los tres ángeles a descansar a la sombra de un árbol. En Deuteronomio, Moisés ordena destruir los altares que las naciones paganas habían erigido a sus dioses “bajo todo árbol frondoso”.

La justicia y la sabiduría son árboles de fruto deleitoso según el libro de los Proverbios de Salomón. En el Cantar de los Cantares, la novia juzga a su enamorado como “manzano entre los árboles del bosque”.

Ezequiel habla de un río a cuyas orillas crecen árboles frutales que producen sanidad. Isaías –que fue surrealista dos mil seiscientos años antes de Apollinaire anuncia que “los árboles darán palmadas de aplauso”. Juan nos informa que en el cielo hay 12 árboles eternos que producen sendos frutos por cada mes del año.

La cruz surgió de un árbol; y, en ella, Jesús de Nazaret se extendió como puente de comunicación entre el cielo y la tierra, a través del insondable abismo del pecado, abierto cuando el hombre comió el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.

Después de su resurrección, al regresar a casa en la ascensión, Jesús envió al Espíritu Santo. Él hace de los creyentes “árboles de justicia” que producen fruto de vida eterna. Todo fruto es, también, una trinidad de corteza, pulpa y sabia. Dios nos ha llamado a ser como árboles plantados a la orilla de un río, nos ha invitado a dar fruto que perdura.

Sembrar para nuestro matrimonio

Una planta nodriza facilita el crecimiento y desarrollo de otras especies de plantas (de crecimiento lento) que crecen bajo su copa. En realidad, las plantas nodrizas crean microambientes más favorables que aquellos encontrados en los espacios abiertos: la zona debajo de la cubierta de la planta nodriza suele tener mejores condiciones de luz, temperatura, nutrientes y humedad; lo que permite a la especie de lento crecimiento, crecer más fácilmente.

Además, son plantas resistentes a condiciones climáticas poco favorables (sequías, inundaciones, heladas), de modo que su poder nodriza es más determinante en ambientes altamente estresantes.

¿Tienes el poder nodriza dentro de tu matrimonio? ¿Cuándo te enfrentas a momentos estresantes, sequía, frialdad, falta de amor y compromiso, te dedicas a generar protección y ayudar a crecer tu matrimonio o simplemente permites que las condiciones climáticas quemen el fruto de tu relación?

Sin importar el clima de tu matrimonio, hoy mismo dedícate a sembrar en tu corazón la palabra de Dios para que cuando vengan los momentos de dificultad puedas permanecer, no solo aferrado a la Palabra, sino que puedas ayudar a crecer al más débil y a proteger al más pequeño. Para que en el futuro puedas crecer y ser de bendición, no sólo para tu familia, sino para aquellos que están a tu alrededor.

Un matrimonio bien afirmado es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! (Salmo 1:3).

Por: María Isabel Jaramillo – Isabel.jaramillo@revistahyc.com

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