Pornografía auditiva

por Revista Hechos&Crónicas

Desde hace mucho tiempo el consumo de la pornografía ha cambiado. Antes se consumía con revistas, luego con videos, y ahora con ayuda de la tecnología se ha expandido tanto la industria, que se puede encontrar contenido altamente sexual en una canción de reggaetón hasta en podcasts.

Usualmente el reggaetón es el género musical más criticado por hablar de sexo explícitamente, sin embargo, es el tipo de música que más se escucha en las calles, en la radio, en fiestas y a donde quiera que vayas. Tan solo en Spotify, se han escuchado 63.150 millones de minutos de este género en los últimos dos años, donde la población que más la consume son los jóvenes entre los 18 y 29 años.

Para mitigar el impacto en Colombia, unas jóvenes universitarias crearon la campaña “Usa la razón” para mostrar cómo las letras de las canciones normalizan la discriminación, la  hipersexualización y la violencia contra la mujer. Estas canciones describen el sexo de una forma tan burda que se consideran pornografía auditiva.

¿Qué es la pornografía auditiva?

Se considera pornografía auditiva a la descripción del acto sexual de manera obscena. En las letras de canciones la descripción llega a ser tan específica y repetitiva que logra crear imágenes mentales provocando que la persona tenga estímulos tanto auditivos como visuales. Esto sucede ya que, según estudios, se activa la dopamina en el cerebro, el neurotransmisor que genera estímulos que gestionan respuestas fisiológicas, generando que la música produzca placer.

La psicóloga clínica, Miroslava Ramírez, comenta que “el alto consumo de pornografía auditiva puede distorsionar nuestros impulsos y a través de un desbalance químico, hacernos incapaces de frenar nuestros impulsos sexuales. Esto no quiere decir que nos volvamos animales salvajes, pero en aquellas personas en los que el autodominio no es muy socorrido, puede generar un problema mayor.” Ramírez también comparte que el músculo sexual más importante no es el órgano genital, sino el cerebro.

Tanto niños como adultos, estamos continuamente expuestos a una pornografía de tipo auditiva que perjudica el funcionamiento cerebral normal. Sin embargo, también distorsiona la sana sexualidad de la persona, desvinculándola de la afectividad, racionalidad y espiritualidad.

La evolución tecnológica para crear sensaciones sexuales

La revista para adultos Playboy explica que posiblemente el porno auditivo se formó desde el año 1800 con la invención del fonógrafo. En la década de 1960 había discos LP pero no eran eróticos. El verdadero audio de fantasía comenzó durante los 1980 y 1990, con el denominado sexo telefónico, mediante líneas directas a las cuales la gente podía llamar, grabar y luego poner los audios en casetes y CD’s.

Años después, con la llegada de la tecnología y el Internet, se ha expandido la pornografía en aplicaciones móviles, uso de realidad virtual y plataformas de streaming.

De esta forma, se ha descubierto que el sexo es muy psicológico. Un experimento social a 650.000 personas realizado por los neurocientíficos Ogi Ogas y Sai Gaddam, encontró que hombres tienden a excitarse con las imágenes y los gráficos, mientras que las mujeres desean una conexión más narrativa con el contenido.

Ante la insatisfacción sexual de las personas, sobre todo de las mujeres, la pornografía visual se queda corta, por lo que el formato auditivo se ha empezado a popularizar para satisfacer otro tipo de deseo sexual.

ASMR… ¿un fetiche?

En un estudio realizado por la universidad galesa a 475 usuarios de ASMR (del inglés Autonomous Sensory Meridian Response, Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma), donde se graban los sonidos de diferentes objetos con el fin de crear una sensación estática u hormigueo, se detectó que la mayoría de participantes dijo consumir este tipo de sonidos para relajarse y para dormir mejor. 5% de los encuestados reconocen que emplean los sonidos como estimulación sexual. En términos científicos, este contenido auditivo produce una liberación de endorfinas, que producen felicidad; oxitocina, que crea un estado de bienestar y calidez; y serotonina, que mantiene en equilibrio el estado de ánimo.

La satisfacción auditiva no será suficiente

Lo que está pasando con el porno auditivo dice mucho sobre el estado actual de la sexualidad humana. Vulgar, vacía y desligada de la realidad. Todos los audios que podremos encontrar con mensaje sexual representan una visión carnal y egoísta de la sexualidad. Incluso, cuando se habla de crear contenido para generar una respuesta psicológica, se piensa en una necesidad individual que puede producir consecuencias al futuro, como adicciones, conductas y pensamientos inapropiados.

Vivimos en un mundo altamente sexual, donde el contenido creado para satisfacer los deseos sexuales no logrará cumplir las expectativas de las personas, porque no hay claridad de cómo es la verdadera sexualidad.

No obstante, tenemos que aprender a estar en el mundo sin ser del mundo como dice Juan 15:1 y por eso debemos ser selectivos con lo que escuchamos para poder quitarnos los audífonos del mundo y oír el mensaje que Dios tiene para nosotros. Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17.

La revista Hechos&Crónicas le invita a aprovechar el formato sonoro con contenidos edificantes como alabanzas, canciones cristianas de tu género favorito, o prédicas en podcast. También puedes aprovechar la Biblia en versión audible o la aplicación de Audio Lector donde podrás encontrar los artículos de esta edición en audio.

Foto: Azerbaijan Stockers – Freepik (Foto usada bajo Licencia Creative Commons)

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