Tres realidades virtuales y una espiritual

por Revista Hechos&Crónicas

El mundo de los pequeños y adolescentes gira entorno a la realidad tecnológica.

Esa realidad que ha permeado todo nuestro ambiente, a tal punto que hoy en día nuestros chicos ya no salen a jugar como se hacía antes sino se conectan a internet a través de un juego y comparten con otras personas al otro lado del mundo sin siquiera saber quién son, o simplemente se la pasan viendo películas en sus dispositivos móviles; otros se cruzan mensajes a través de aplicaciones en tan cortos segundos que incluso han inventado un nuevo lenguaje para comunicarse. Para ellos esta es su realidad, tener miles de “amigos” en redes sociales pues para ellos eso existe como algo verdadero; sin embargo, ante la dificultad ninguno de esos “amigos” se acerca para cumplir la labor del samaritano y extender el amor de Dios.

La realidad tecnológica de hoy en día ha llegado a niveles de las películas hollywoodenses de los años 70’s y 80’s, donde el icono más conocido es Tron, el muchacho que se inserta en un juego de computadora para competir contra un  malvado usuario, quien en su momento fue el creador de dicho juego. Hoy en día no es tan literal sumergirse dentro de los juegos, sin embargo, existen dispositivos que nos permiten mezclar nuestra realidad física con las realidades tecnológicas: realidad aumentada, realidad mixta y realidad virtual.

¿Qué significan esos nuevos términos de realidad?

La realidad aumentada: es el uso de un conjunto de tecnologías que permiten que un usuario visualice parte del mundo real a través de un dispositivo tecnológico con información gráfica añadida por este dispositivo. Como ejemplo, tenemos al famoso juego Pokémon Go, de un gran auge mundial, donde a través de los smartphones un usuario captura criaturas  con poderes increíbles en ambientes reales y que solo se pueden observar a través de dicha aplicación. Otras aplicaciones conocidas son Snapchat, los filtros de las Stories de Instagram.

La realidad virtual: es un entorno de escenas u objetos de apariencia real. La acepción más común refiere a un entorno generado mediante tecnología informática, que crea en el usuario la sensación de estar inmerso en él. El dispositivo más conocido son las gafas de Oculus Rift, las cuales son muy usadas junto con otros accesorios como ropa o guantes, que hacen que la experiencia de juego sea más intensa.

La realidad mixta: es la combinación de realidad virtual y realidad aumentada. Esta combinación permite crear nuevos espacios en los que interactúan tanto objetos y/o personas reales como virtuales. En esta última realidad hace poco Microsoft lanzo su versión 2 de las HoloLens, que son unas gafas enfocadas al mercado de la industria donde estas gafas son usadas para el diseño de carros como los Mercedes Benz.

Pros y contras

Es preciso aclarar que estas realidades son como el dinero, no son buenas ni malas; es el uso que se les de lo que toma alguna de estas connotaciones. Un uso bueno de esta tecnología se da en el campo de la industria y en el desarrollo de experiencias cada vezmás aproximadas a la verdad tangible que vivimos; tal es el caso de Lexus, quien envía unas gafas a sus posibles compradores para que experimenten la sensación de montar en uno de sus coches de lujo. Otra área donde vemos ventaja es en el entrenamiento de pilotos de La NASA, aviones y carros de Fórmula 1, lo cual redunda en la conservación de vidas humanas; también esta tecnología es usada para facilitar a los usuarios hacer ejercicio desde casa pero con los resultados de un gimnasio.

Lamentablemente encontramos algunos contras de esta tecnología, que se dan principalmente por el uso excesivo de las mismas; la contra más estudiada por científicos es el área de la sociabilización, en donde se ha podido observar que se disminuye la capacidad relacionarse con personas tangibles; también se han podido medir efectos contrarios ya que se pudo observar que los usuarios crean la necesidad de compatibilizar lo real con lo virtual. Estas tecnologías también se usan como una droga para escapar de la realidad tangible.

Hay un efecto que no se podría medir si es un pro o un contra, y es el anonimato; La película Real Player One, lanzada en el año anterior, hablaba de este tema con significativa importancia donde uno de los usuarios menciona al personaje principal que no se confiara de lo que veía en el juego, ya que con quien hablaba podría ser una mujer de estatura baja que vivía en el sótano de la casa de su madre, aunque su avatar fuera el de un hombre alto y fuerte. Este anonimato puede cuidar a las personas de ser acosadas, sin embargo, también es un riesgo que no pueda saberse con quien estás hablando y compartiendo, quizás información privada.

¿A qué edad debemos permitir a nuestros hijos acceder a esta tecnología?

El acceso a esta tecnología no es una decisión que podamos tomar por los padres, pero si podemos dar una luz para saber que edades son más recomendables, y el criterio debe darse según la responsabilidad que cada uno de nuestros pequeños demuestre en el uso de los dispositivos y del estímulo que creemos en ellos para usarlas. Si la uso para aprender otros idiomas, en un ambiente controlado, el avance de un pequeño en otra lengua va a ser superior a otro de su edad que no la use. Ahora el usar el Smartphone para jugar Pokémon Go, no es malo en sí, si nuestro pequeño tiene más de nueve años, que es la edad mínima recomendada en el juego. Sin embargo, sin la supervisión adecuada nuestro pequeño puede ponerse a pasear por lugares lejanos en donde se expone a peligros reales.

Esto tampoco es algo ajeno a personas de edades superiores. Según un artículo recientemente publicado por la BBC, una mujer causó un accidente por evitar atropellar a un distraído transeúnte que estaba tratando de atrapar a un Pokémon en plena vía. Lo mejor es usar esta tecnología bajo supervisión, en ambientes controlados, y con la asesoría de los padres para que lo virtual no se constituya en el mundo real de sus hijos.

¿Cómo puedo controlar el uso de estas tecnologías?

Una de las frases que los padres deben aprenderse es “Control parental”, pues existen muchas herramientas para los distintos dispositivos (consola de juego, smartphones, televisores, computadores, etc.) para evitar que nuestros hijos, al usar estas tecnologías, terminen consumiendo contenidos inapropiados. Para Windows 7 o superior podemos restringir el contenido y aplicaciones al que pueden acceder nuestros pequeños mediante cuentas de usuario, y para los más avanzados (Windows 10) podemos restringir el uso mediante el registro de la cuenta en el portal de Microsoft, creando el grupo familia, en donde podemos incluso llegar a restringir los horarios de uso de los computadores; en nuestros celulares con sistema operativo Android podemos restringir mediante contraseña el uso de la Play Store, instalar YouTube kids y comprar aplicaciones de control parental. En las consolas como PlayStation o Xbox, en sus portales de juego respectivos, podemos restringir si nuestros chicos pueden aceptar invitaciones de extraños a jugar.

La realidad espiritual

Esta realidad es transversal a cualquier otra realidad que podamos percibir en nuestro ambiente. Es aquella que no podemos ver con nuestros ojos físicos, pero si a través del Espíritu Santo, y que afecta todo lo que hacemos e influye en cada uno de los aspectos de nuestras vidas. No podemos ignorar esta realidad, al contrario, debemos conocerla, porque es una guerra donde Jesús nos aseguró la victoria, y en donde como agentes secretos. Satanás ha utilizado sus artimañas para insertar la tecnología dentro de los hogares de manera silenciosa sin que existan reglas claras para su uso de acuerdo con la edad, buscando afectar la realidad de nuestros hijos.

Hoy en día nuestros hijos no salen a socializar con personas de su entorno sino que prefieren ser “amigos” de influencers que publican en Instagram sus caras con narices y orejas de perros (realidad aumentada) tips de cómo vivir mejor la vida; o buscan tener la mayor cantidad de “Me gusta” en Facebook y no hay nada más irreal que esto, pues la cantidad de “Me gusta” no determina el amor que ellos nos tienen, al fin y al cabo son virtuales.

La realidad espiritual debe ser el referente tanto de padres como de los chicos para hacer un uso adecuado de las realidades tecnológicas.

«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido », pero no todo es constructivo. 1 Corintios 10:23.

Por: Felipe Camacho. Consultor y Desarrollador Web.

Foto: Depositphotos

 

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