Sueños en pausa

por Revista Hechos&Crónicas

¿Qué pasa cuando lo que planeamos no sale como esperamos? ¿Será hora de hacer nuevos planes y dejar los que teníamos en el olvido o simplemente seguir luchando sin importar lo que cueste?

Tener un sueño que lleva mucho tiempo en desarrollo a veces es frustrante, el tiempo pasa y vemos cómo la vida avanza, las personas a nuestro alrededor empiezan a vivir nuevas etapas de su vida: se gradúan, tienen nuevos trabajos, se casan, tienen hijos, se van del país, entre otros; y nosotros seguimos en el mismo lugar, no avanzamos. Al no ver un cambio y sentir que el panorama seguirá igual, podemos llegar a rendirnos, desanimarnos y hacernos renunciar a nuestros sueños, lo que genera que sigamos la vida sin un propósito.

Ante una situación de espera el ánimo, poco a poco se va agotando, cuando solo vemos los mil obstáculos que se presentan es difícil confiar, pues las fuerzas se agotan cuando las circunstancias se salen de tu mano o de tu control. ¿Cómo podemos manejar una situación económica, laboral, o incluso personal que le ha puesto pausa a tus sueños? Confiando y tomando las cosas con calma pues con angustiarnos no ganamos nada, es complicado más no imposible y las cosas no van a mejorar tomando una postura de queja.

En esos momentos de angustia donde nos vemos estancados en un trabajo que no fue lo que planeamos, en un país o ciudad donde hacer tus sueños profesionales es poco probable o has tenido que posponer tus estudios durante algún tiempo porque no cuentas con el dinero necesario no es el momento de renunciar, sino de tomar una postura de valentía y estar seguro de que saldrás adelante sin importar el proceso que debas pasar.

Debo entender que todas personas viven procesos en su vida y que el mío es totalmente diferente, pues muchas veces nos encerramos en la idea de que Dios es injusto, le da más a otro que a mí, cumple los sueños de el de al lado y no los míos; “que le pasan cosas buenas a personas malas y cosas malas a personas buenas”. Pero no sabemos qué procesos hayan pasado o estén viviendo esas personas y ponernos a renegar de Dios y anhelar lo de los demás no hará que avancemos, por el contrario nos amargará y la envidia que sentimos hará que nuestro estancamiento dure mucho más tiempo.

Ahora bien debemos tener tres cosas en claro al momento de hacer planes para nuestra vida:

Mis sueños son los sueños de Dios:

Muchas veces hacemos planes sin Dios, olvidando que así tengamos la lista de sueños y planes, es Él quién sabe si eso nos conviene o no, por eso es importante que las decisiones que tomemos las podamos consultar antes y que seamos conscientes que si bien Él permite que muchos de esos planes no salgan como esperábamos porque no nos convenían, tenemos libre albedrío y si tomamos una mala decisión las consecuencias las asumiremos sin culpar a Dios y sin hacernos las víctimas. “La queja es un ancla que te deja varado en el mar del fracaso. Menos quejas y más gratitud”.

Que se cumplan es un tiempo específico no te define:

El tren no nos ha dejado, y no solo aplica en lo sentimental sino también en lo profesional o en cualquier área de tu vida, aunque veamos que amigos y familiares obtengan títulos universitarios, que se casen u obtengan bienes, tu ritmo no es igual, y lo más importante tu vida no es igual. El proceso que tú estés atravesando es porque así debe ser, aunque este conlleve lágrimas y sufrimiento; y no es que Dios quiera que sufras porque si, sino porque en este tiempo de “desierto” donde tus sueños están en pausa Dios quiere enseñarte muchas cosas: a obedecer, a creer, a ser fiel y a esperar. “Hay que aprender a estar contento aun cuando las cosas no salen como uno desearía. Seamos agradecidos con Dios”.

Si ÉL lo prometió, lo cumplirá

Además del ánimo la fe es lo primero que se ve afectado cuando nuestros planes se truncan, llegar a cierta edad y no haberse casado, no tener la familia o los hijos que anhelabas, logros profesionales o proyecciones es frustrante y lo que quieres en ese momento es botar la toalla y dejar de intentar pero hay algo que debes tener muy y es que si recibiste la promesa se cumplirá. Y si estás en ese momento en que no puedes o quieres creer es momento de hacer un stop en tu y fortalecer esa área de tú vida y empezar a creer que no importa el tiempo que pasé Dios es fiel.

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:23.

Aprende a vivir tu proceso, no te compares con los demás, no veas lo que el otro ti ene, agradece por lo que tú ti enes. Ten presente que no somos víctimas de Dios, Él no ti ene la culpa de que nos pasen cosas malas, debes tener tu identidad clara porque la falta de identidad mata los sueños.

Con Dios vivimos procesos y si no aprendemos a superar esos momentos seguiremos estancados, pues cuando Dios guarda silencio quiere fortalecer nuestro carácter. Debemos aprender a identificar qué es lo que Dios quiere enseñarnos en los momentos de espera y nuestra relación con Él se debe fortalecer en esos momentos de angustia.

Si ti enes un sueño en pausa y en este momento no ves una solución clara examinaré, en que estás fallando, o qué debes mejorar para que el pan siga en curso, recuerda que Dios solo quiere lo mejor para ti y que aunque sea difícil en el sufrimiento aprendemos a obedecer.

Los sueños en pausa nos enseñan que debemos aprender, cambiar. Cuando hayamos crecido, estaremos preparados para que esos sueños se hagan realidad. Ten paciencia y espera porque Dios cumple sus promesas. El SEÑOR ha hecho un juramento y no rompe su promesa. Hebreos 7:21.

Por: Geraldine Avila Cifuentes – @geralavila9

Foto: Freepik

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1 comentario

Cristina 15 de abril de 2019 - 15:00

El articulo es muy alentador… pero no cabe duda que la falta de letras o errores gramaticales llegan hacer un gran distractor. Con todo respecto y de la manera más amable sugiero que se revisen esos detalles antes de publicar.

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