Cómo recibir malas noticias

por Revista Hechos&Crónicas

“Les tengo dos noticias: una mala y una buena”. Esta es una frase muy usual que a muchos nos pone en vilo… cuando decidimos por la mala, sentimos nervios, angustia y esperamos a qué nos digan qué es.

Todos los días escuchamos, vemos y nos enteramos de malas noticias: matanzas, desastres, robos, enfermedades, injusticias, abusos de todo tipo, etc. Las noticias malas son el pan diario en los medios. Es absurdo. “Entre las 10.000 noticias que haya leído o escuchado en los últimos 12 meses, cite una que le haya ayudado a tomar una decisión más acertada con relación a su vida privada o profesional”, pregunta Rolf Dobelli, escritor sueco y autor del libro de “El arte de pensar”.

Lo peor de todo es que escuchar contenido negativo afecta el estado de ánimo y la salud. Nicholas Carr, estadounidense experto en tecnología, asegura que por ejemplo las catástrofes que se anuncian en los titulares todos los días liberan altas cantidades de cortisol (conocida como la hormona del estrés), que altera el sistema inmunitario y reduce la producción de la hormona del crecimiento, encargada de regenerar el organismo. Las noticias pueden, por sí solas, someter a una persona con una vida (real) tranquila a una situación de estrés crónico que perjudica la digestión, aumenta el nerviosismo y baja las defensas.

La revista “Psychology Today”, asegura que los cinco miedos más frecuentes son:

  • Recibir noticias de muerte.
  • Pérdida de autonomía (miedo a ser inmovilizados, paralizados, restringidos, sometidos, atrapados, encarcelados o controlados por circunstancias que están fuera de nuestro control).
  • A la soledad.
  • Miedo a las cirugías, mutilaciones (temor de perder cualquier parte del cuerpo).
  • Daños y perjuicios al ego (recibir humillaciones, pasar vergüenza o cualquier otra situación de profunda desaprobación que amenace la pérdida de la integridad).

Qué hacer ante una mala noticia

  1. Respire profundo y confíe en Dios

Asimilar estas situaciones no es fácil, muchas veces el shock es tan doloroso que la persona puede entrar en crisis. Es clave estar sereno y controlar sus reacciones ante las malas noticias ya que puede alterar su salud física y emocional, y de una u otra forma, afectar a quienes lo rodean.

En esos momentos, aférrese a Dios y no lo culpe. Él es soberano y cuida de nosotros. No temerá recibir malas noticias; su corazón estará firme, confiado en el Señor. Salmos 112:7.

  1. Comparta la noticia

Es cierto que dos cabezas piensan mejor que una. Eclesiastés 4:12 Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. Hablar es básico, ¿qué tal si reúne a su familia y comparte la noticia? Tome el tiempo necesario para explicar el problema, sea claro y pida a sus familiares apoyo, así la carga emocional será más llevadera.

  1. Llore, desahóguese, libérese

Es imposible no llorar ante una mala noticia; exprese sus sentimientos y emociones. El llanto ayuda a calmar el dolor.

  1. No abandone su vida

A muchos les pasa literalmente lo que dice Salmos 31:10: La vida se me va en angustias, y los años en lamentos; la tristeza está acabando con mis fuerzas, y mis huesos se van debilitando. El duelo es normal, pero llegar al punto de afirmar que la vida ya no tiene sentido, es un error. Manténgase ocupado, aproveche el tiempo, trate de estar el mayor tiempo con su familia; descanse y renueve sus energías. Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de fiesta, para que te cante y te glorifique, y no me quede callado. Salmos 30:11-12.

  1. Si es necesario, busque consejo

Si ha sido difícil para usted sobrellevar la mala noticia, busque ayuda con algún especialista para recibir  consejo. Esto puede ayudar a aceptar la realidad y afrontar la vida. Recuerde que toda noticia o situación mala pasa por algo y debemos aprender de ello.

  1. Fortalézcase espiritualmente

También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Romanos 5:2.

Tenga a Dios en primer lugar, ore y medite en su Palabra, así podrá encontrar la paz que necesita su corazón. Es normal que haya momentos donde tal vez, regrese a su mente la tristeza sobre esa mala noticia que vivió, pero recuerde que al final del túnel está la luz de Dios para guiarlo y levantarlo. En medio de las malas noticias… ¡ten ánimo!

En medio de las malas noticias… ¡ten ánimo!

Por Enrique Monterroza, pastor y blogguero cristiano.

Hay muchas preguntas en tu mente y la que más se mueve es: “Dios mío, ¿Por qué?”. Nadie quiere pasar por esos momentos, de hecho nunca los anhelamos, pero son vivencias que tendremos que experimentar y debemos enfrentar.

En esas situaciones no hay palabra que a uno lo pueda animar, ni tu familia, ni tus amigos, es algo muy extraño que cautiva toda tu vida y que le quita la fuerza que hace unos momentos tenías, no quieres hacer absolutamente nada, simplemente pensar y pensar. Quizá Dios en ese momento nos diría: “Hijo amado, hija amada, conozco tu corazón, sé que lo que estás viviendo es difícil de asimilar, sé que lo que tenías planeado era diferente a lo que en estos momentos experimentas, lo sé, pero confía. Yo siempre hago que todo lo que ocurra en tu vida te lleve a algo bueno. Quizá en este momento no lo vas a entender y aunque quisieras respuestas ahora mismo, no las tendrás, pero no te preocupes, yo tengo el control.

Soy capaz de cambiar las cosas, de darte lo que siempre has querido, pero tengo mi forma de hacerlo, tengo mis tiempos, tengo un plan perfecto trazado para tu vida y todo es parte del camino hacia ese propósito. Aunque no lo percibas, estoy trabajando en ciertas áreas de tu vida, quizá en algún momento sea doloroso, pero tranquilo: Yo sé la capacidad de resistencia que tienes.

Me duele verte triste, pero me alegro en saber que al final sonreirás. Yo cuido de ti, no tengas miedo; no creas que estas solo porque nunca te he dejado; no creas que estás perdido, porque te he encontrado; no llores más, deja que te consuele y limpie tu rostro de esas lágrimas… te amo y lo he hecho con amor eterno, no tienes nada que temer ni dudar”.

Por: Jennifer Barreto – @BarretoJenn

Foto: 123RF

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