¿Cómo está tu salud relacional?

por Revista Hechos&Crónicas

La Cruz nos recuerda siempre que debemos mantener sana nuestra relación con Cristo porque Él es nuestro Salvador, y tener buenas relaciones con los demás, para cumplir lo dicho en Mateo 22:37-40: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

En la vida identificamos dos clases de amigos: los casuales, aquellos del resultado de las circunstancias de la vida; y los intencionales, que son los que cada uno elige y le llama amigo.

¿Qué dice la Biblia sobre las amistades saludables?

Un espejo refleja el rostro de un hombre, pero lo que es realmente, se muestra por la  clase de amigos que escoge. (Proverbios 27:19).

Los justos son cautelosos con la amistad. (Proverbios 12:26).

Hablemos primero de la clase de amigos que NO deberíamos escoger como personas cercanas.

La Biblia es clara, habla de cinco clases de personas con las que no deberíamos tener relaciones cercanas:

  • Gente ociosa: Proverbios 10:4-5.
  • Gente iracunda: Proverbios 15:18.
  • Gente inmoral: Proverbios 5:3.
  • Gente tacaña: Proverbios 23:6.
  • Gente no creyente: 2ª Corintios 6:14.

Podemos encontrar en la vida esta clase de personas, pero será nuestra elección si se convierten en cercanos.

Hemos vistos gente afectada por una mala amistad. Cuando elegimos personas equivocadas perdemos el plan y propósito de Dios en nuestras vidas. ¿Qué hacemos entonces?, ¿despreciarlos? ¡No!, debemos amarlos, compartirles de Cristo pero es claro que no formarán parte de nuestro círculo íntimo de amistades; estaremos ahí para apoyarlos y hacerlos crecer.

Cómo elegir amistades para forjar una salud relacional

  • Que me desafíen mentalmente

¿tus amigos te hacen pensar, evaluar, meditar sobre cada situación? El que anda con sabios, sabio será. Proverbios 13:20. Como el hierro se afila con hierro, así un amigo, se afila con su amigo. Proverbios 27:17.

  • Que me apoyen emocionalmente: un amigo se acerca, cuando todos los demás se alejan de tu vida. Se queda a tu lado en buenos y malos momentos. No nos juzga sino apoya en medio de la crisis. En todo tiempo ama al amigo y el hermano nace para tiempo de angustia. Proverbios 17:17. Sobrelleven los unos las cargas de los otros. Gálatas 6:2.
  • Que me fortalezcan espiritualmente: no queremos amigos que nos debiliten espiritualmente, queremos aquellos que nos fortalezcan. Anímense y fortalézcanse unos a otros. 1ª Tesalonicenses 5:11. Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Hebreos 10:24.

La Biblia dice que todos necesitamos a alguien que nos motive espiritualmente, alguien que te levante, te recuerde palabra de aliento. Así como Pablo y Timoteo, alguien que te aliente y tú alientes.

¿Cómo atraigo esos amigos?

Sencillo, siendo esa clase de amigos. El tipo de personas que seas, es lo que atraerás.

¿Cómo construyo amistades saludables según la Biblia?

Bajo el principio, “que lo que soy como amigo, eso atraigo” entonces debo:

  1. Interesarme en otras personas: no interesarme solo en mí mismo. Recuerda que el egoísmo es una garantía para la soledad. La gente poco amistosa sólo se preocupa de sí misma. Proverbios 18:1. Si deseas amigos, debes ser amigo, el punto de partida es interesarme en otros. No se ocupen sólo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Filipenses 2:4.
  2. No seas un crítico crónico: hay personas que se quejan por todo, todo lo critican. ¿Quién desea estar con alguien así? Hagan todo sin quejarse y sin discutir para que nadie pueda criticarlos, lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta. Filipenses 2:14-15.
  3. Sé un buen oyente: escuchar es buen regalo para un amigo, te conviertes en un buen amigo con oídos, no con tu boca. Ser rápidos para escuchar, lentos para hablar. Santiago 1:19. Dios nos dio dos orejas y sólo una boca, para ser más generosos en escuchar y hablar menos, hay personas que sólo necesitan ser escuchados.

Las preguntas son a la amistad lo que la comida es al cuerpo. Un “¿cómo estás?”, puede ser la apertura a una conversación de sanidad de corazón para alguien.

  1. Acepta a las personas incondicionalmente: aceptar tal y como son las personas, amarlas como son, la amistad bíblica es incondicional. El amigo ama en todo momento. Proverbios 17:17. Aceptación incondicional, quizás no “aprobación” en todo lo que hacen. La gente busca ser amada.
  2. Ayuda a las personas a sentirse importantes: trata las personas con dignidad. Con honra, den preferencia unos a otros. Romanos 12:10. La gente florece con la aprobación, se abren con afirmación y crecen con la apreciación. No sean egoístas, no traten de impresionar a nadie. Sean humildes es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. Filipenses 2:3.

Debemos tratar a la gente con la importancia que merecen sin importar su condición por que así los ama Dios.

  1. Sé compasivo: Gócense con los que se gozan y lloren con los que lloran. Romanos 12:15. Debemos ser sensibles a las necesidades de los demás. Recordemos que un verdadero amigo se alegra con tus alegrías o triunfos. Los buenos amigos te animan.
  2. Mantente con ellos en los tiempos difíciles: Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros, pero se destruyen unos a otros. El amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano. Proverbios 18:24. Debemos estar con ellos en fracasos y victorias. Más valen dos que uno porque si caen el uno, levanta al otro. Ay del que cae y no tiene quien lo levante.

Eclesiastés 4:9-10. La amistad verdadera permite confrontaciones con amor pero con respeto, te harán ver lo que no ves y sabes que es honesto y sincero, porque sabes te aman.

Si en verdad deseas ser un amigo verdadero…

Los verdaderos amigos comparten de Cristo, comparten buenas noticias con tus amigos no cristianos. Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. Así que el hombre se fue proclamó por todo el pueblo, lo mucho que Jesús había hecho por él. Lucas 8:39.

Hazte estas preguntas

¿Qué ha hecho Jesús por ti?, ¿le has hablado a tus amigos al respecto?

  • Cuando compartes de Cristo a un amigo, estás haciendo un amigo para la eternidad.
  • ¿Estará alguien en el cielo gracias a ti?
  • ¿Cuánto ha hecho Dios por ti?
  • ¿Te da vergüenza compartir de Cristo?
  • Lo mejor que puedes hacer es compartir de Cristo a un amigo. Los amigos verdaderos no dejan que sus amigos se vayan al infierno, por eso en este mes de Amor y Amistad ¿qué tal si le compartes el secreto más importante de tu vida? CRISTO.

¿Quieres amigos cercanos? Debes ser amigo cercano. ¡FORJAR AMISTADES FUERTES Y SALUDABLES ES TU ELECCIÓN!

Por: Liliana Bustos. Directora del Ministerio Mujer Integral. Twitter: @lilibus11

Foto: Felix Rostig – Unsplash

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